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Videoconferencias de trabajo: ¡tome en cuenta estos consejos!

Andrea Acosta Feoli para El Observador Varias veces en las últimas semanas me he puesto a pensar cómo estaríamos viviendo…

Por Desde la Columna

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Videoconferencias de trabajo:  ¡tome en cuenta estos consejos!
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Andrea Acosta Feoli para El Observador

Varias veces en las últimas semanas me he puesto a pensar cómo estaríamos viviendo el distanciamiento social si no fuera por la tecnología. Las plataformas para reuniones virtuales han permitido que los lazos familiares y los compromisos laborales, que todavía mantenemos, se puedan fortalecer y se sigan desarrollando.

Sin embargo, como pasa con todo lo virtual o tecnológico, la gente a veces tiende a pensar que solo porque no estamos viéndonos cara a cara, los modales y las reglas del buen comportamiento no cuentan. ¡Todo lo contrario!

Así como durante estos tiempos es importante mantenerle una rutina a los niños que no están yendo a la escuela, debemos mantener nosotros también cierto grado de formalidad cuando se refiere a reuniones virtuales de trabajo. (Las de familia son otra historia completamente. No me estoy refiriendo a esas en esta columna.)

Recientemente he visto hasta memes de personas que se visten de manera formal de la cintura para arriba, porque confían en que sera lo único que se va a ver en la pantalla. Sin saber usar la plataforma, como Zoom, creen que se desconectan, se levantan y todos sus compañeros de trabajo tienen el gusto de ver las pijamas que sigue usando a las 11:00 a.m.

Vestimenta y profesionalismo

Miles de personas aumentaron el uso de plataformas como Zoom. Los diputados han recorrido a la vía digital para la mayoría de sus reuniones. (Diputada María José Corrales)

Primer consejo, si va a participar de una entrevista, una reunión o una conversación virtual, y va utilizar video, procure vestirse como se vestiría normalmente para ir a la oficina. Esto varía dependiendo de a qué nos dediquemos, puede ser un jeans con una camiseta en buen estado, limpia y sin arrugas, si soy un diseñador gráfico; o un saco sobre una camisa de botones, si soy analista financiero.

Así como se vestiría para una reunión “en vivo y a todo color”, es lo recomendado. Lo que se debe evitar son buzos, ropa de ejercicios o de dormir. Eso lo podemos dejar si vamos a hablar con familia y amigos (así como hay gente que extraña elegantearse y se arregla más para una llamada social).

De igual forma, si no van a utilizar video pero tienen una foto de perfil en la plataforma, procure que sea una foto con una imagen profesional. Hace un par de días participé en una videoconferencia, en donde una de las participantes tenía una foto de ella en traje de baño en la playa.

Cada vez que esta muchacha hablaba, su foto de perfil ocupaba toda la pantalla de todos los participantes. No estoy segura si ella se percató de eso, si ya era muy tarde o si no le importó porque tal vez no habrá pensado en las consecuencias que podría tener. ¿Será esta la imagen que un médico, un gerente financiero o un administrador quiere que su jefe, colaboradores o clientes tengan de él o ella?

Detalles técnicos

Siga las reglas del juego. Sepa cuándo habilitar su audio y cuándo poner su micrófono en silencio. Esto parece lógico y tal vez no importante, pero puede marcar la diferencia entre el ambiente de una reunión efectiva o una reunión adonde nadie entiende nada y el tiempo no fue bien aprovechado.

Pruebe la imagen y el audio antes de comenzar la reunión para asegurarse que todo funciona bien. Tome en cuenta que muchos consejos de etiqueta corporativa tienen como finalidad propiciar que, durante una reunión o cualquier tipo de intercambio, el ambiente esté controlado y así usted pueda enfocarse en lo realmente importante. No deje para último momento el revisar si su computadora está cargada, conectada y si todo funciona bien.

Finalmente, controle el ambiente en que va a desarrollar la video llamada. En estos momentos todos perdonan la típica interrupción de algún niño, pues sabemos que todos estamos en nuestras casas con nuestras familias. Sin embargo sí podemos controlar el compartir un espacio ordenado, adonde podamos sentarnos bien (no tirados en la cama), tener la cámara a una buena altura para vernos “cara a cara” y contar con buena iluminación.

El mundo ha cambiado y seguirá cambiando. Lo mismo debemos hacer nosotros. Si bien parte de nuestra vida – social y laboral – la estamos llevando a través de nuestras computadoras, eso no implica que debemos tratar todas las aristas de nuestra vida con el mismo grado de informalidad.

Esperemos que sea pronto un recuerdo lejano, pero no permitamos que estos meses cambien la perspectiva que tienen nuestros colegas o clientes de nosotros. Queremos tener a esa persona lista para cuando podamos todos regresar a nuestra “nueva vida normal”.