Sergio Arce
“Entiendo perfectamente bien la necesidad para las damas, algunas requieren un poco más de dos horas para hacerse su cabello, y entiendo el problema de la keratina y no se qué es eso, que requiere más de dos horas… y espero que el Ministro de Salud venga con una buena noticia para poder solucionar ese problema”.
Las anteriores fueron las declaraciones del presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, que causaron revuelo y enormes titulares en la vecina nación, realizadas el pasado miércoles, un día después de que el Ministerio de Salud (Minsa) informó sobre la eliminación de la restricción por número de cédula para hombres y mujeres.
Sin embargo, mantuvo la restricción de movilidad por género; es decir, las mujeres solo podrán circular lunes, miércoles y viernes durante dos horas. Esta limitación de tiempo generó una serie de duras críticas, en especial por parte de los salones de belleza y peluquerías.
“Independientemente de lo duro que es esta situación (los efectos de la pandemia), es lo que nos ha tocado y es el destino y así lo hemos aceptado. Pero llegar a la casa de uno y que la mujer de uno le diga el tema de la keratina”, agregó el mandatario entre risas de los presentes.
Precisamente el sector de la belleza reabrió sus puertas el pasado lunes, aunque con limitaciones como atender por cita y no sobrepasar el 50% de la capacidad del negocio.
“Quiero tener el pelo más o menos (bien). No como me sentía yo una vieja de mierda, te digo, llegué a sentirme una vieja de mierda, a esto llegué yo”, lamentó a la AFP la panameña Nieves tras salir de la peluquería.
“Para nosotros es muy difícil subsistir siguiendo con esta regla, esta norma de día de hombres y día de mujeres”, dijo la peluquera Nelly Gamarra.
Panamá, con cuatro millones de habitantes, presenta el mayor número de contagios por COVID-19 de Centroamérica, con más de 83.000 infectados y 1.827 muertos.
El país ha pasado de unos 200 contagios diarios a más de 1.200 en las últimas semanas tras la reapertura de varios sectores económicos como industria, comercio digital, talleres, servicios técnicos, construcción y pesca.
El gobierno panameño pretende recuperar paulatinamente los más de 200.000 contratos cancelados por la pandemia y atenuar las críticas crecientes contra la cuarentena.
