El desove de una tortuga baula puso a correr a las autoridades que vigilan la frontera con Panamá en medio de la pandemia.
Oficiales de la Policía de la Fronteras y de la Policía Profesional de Migración destacados en la zona del Refugio Gandoca-Mazanillo encontraron al animal, que empezaba a cavar su nido en la arena.
Ante la amenaza de los saqueadores de nidos, los policías escoltaron a la tortuga. En compañía de personal técnico del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) procedieron después a reubicar los huevos.
Un total de 61 huevos fueron traslados a un vivero, donde estarán protegidos de la amenaza humana y de otros depredadores naturales.
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