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Una ola de vibra positiva tocó Costa Rica: Jack Johnson enamora en suelo tico

(La Guácima, Alajuela) Aunque falta un mes, muchos ya aseguran que se siente “como diciembre”. Ya sea porque vivimos el…

Por Manuel Sancho

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Una ola de vibra positiva tocó Costa Rica: Jack Johnson enamora en suelo tico
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(La Guácima, Alajuela) Aunque falta un mes, muchos ya aseguran que se siente “como diciembre”. Ya sea porque vivimos el undécimo mes del año, o porque el usual calor de La Guácima dio tregua a un brisa fresca, la noche de domingo traía una invitación especial: el primer concierto de Jack Johnson en Costa Rica.

Antes de las 7 p.m., el Anfiteatro Coca Cola Parque Viva aún no estaba ni a media capacidad. La primera porción del público arrancó la velada con intimidad: el costarricense Arturo Pardo actuó de telonero y presentó material de su primer EP “Viceversa”.

Con las luces bajas y apenas el trazado de guitarras, Pardo colocó la vibra serena y melódica. Lo acompañó Ale Fdz, productor de “Viceversa”.

Con temas como “Golondrinas” y “Agarrarse del aire”, Pardo tuvo éxito en implantar un estado preciso para esta noche: respire y agradezca.

Arturo Pardo junto a Fdz. abrieron el concierto de Johnson. (Pilar Sancho para El Observador)

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El tiempo… no sana, pero prepara

Aunque ya han pasado casi dos décadas desde el lanzamiento de su primer álbum, “Brushfire Fairytales”, Jack Johnson se mantiene fresco, ágil, -como cuando surfeaba olas de niño en Hawái- y discreto -como los leves rasgados de guitarra de muchas de sus canciones-.

Hoy el norteamericano trajo su vibra positiva costera hecha música a un país playero.

Minutos antes de las 7:40 p.m., Johnson salió al escenario con un simple “pura vida Costa Rica”, antes de arrancar con “If I Had Eyes”.

Johnson actúa con una banda pequeña e íntima. (Pilar Sancho para El Observador)

If I had eyes in the back of my head
I would have told you that
You looked good
As I walked away

El tema golpea, pues entre el recuerdo del pasado feliz, se corta la idea que llegó a su fin. Aunque Johnson ha enfrentado momentos dramáticos, como un accidente mientras competía en surf que le dejó múltiples puntadas en la cara, se sostiene con gracia como en una tabla en el mar, su ecosistema.

Sometimes time doesn’t heal
No not all

Johnson acumula años de relación en pareja con tres hijos, por los cuales se ha esforzado en proteger del lente público. Y justamente el segundo tema fue para ella, para su esposa Kim: “Do You Remember?”. En este tema, concierto a concierto, el hawaiano nada más le suma a la cifra de años que tiene de conocerla.

Desde setiembre de 1993, cuando se conocieron en la Universidad California Santa Barbara, mantienen su relación. Y ese amor lo transmitió a sus seguidores ticos.

“Muchas gracias. Estoy feliz de estar aquí” dijo en un español levemente trabajado. “Estoy tan feliz de estar aquí. Ha sido mucho tiempo”, agregó en inglés. El tiempo preparó a la fanaticada, relajada y comulgando entre la guitarra, el piano protagonista y la percusión.

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Ambiente y eliminar los plásticos

Le siguieron “Taylor” y “Sitting, Waiting, Wishing”, con la cual el público elevó la temperatura. “Te amo también”, respondió a sus aficionados.

“Nosotros decimos ‘aloha’ ustedes dicen pura vida”, sonrió, al alabar a Costa Rica por su política ambiental. Comparó a Hawaii con el ambiente de Costa Rica.

Johnson tiene una organización y constantemente participa en campañas para eliminar el consumo de plásticos de un solo uso… justamente esos que la Asamblea Legislativa de nuestro país no quiso regular, más allá de una prohibición de las pajillas

Vino “Sunsets For Somebody Else”, “Flake” y “You And Your Heart”, que finalizó con un improvisado momento del clásico “In the Summertime”.

“Go On” apagó las luces mientras la gente aumentaba su emoción.

Just go on
Just go on
There’re still so many things
I wanna to say to you

“Upside Down” cambió el ceño a pura sonrisa, con una línea de homenaje a Pink Floyd incluida. “Time is the master”…

Tras media hora de concierto, Johnson ya cautivó al público costarricense que en algunos casos tiene casi 20 años de escucharlo. La velada se invitaba, se auguraba especial: Jack Johnson cumplió.

Fotografías: Pilar Sancho para El Observador.