Paula Umaña
Hace 18 años Danilo Rodríguez se quedó sin trabajo. Ante la necesidad de ingresos, emprendió en un negocio creciente en el país, la exportación de pupas de mariposas, que más tarde se convertiría en un mariposario de exhibición que mantiene hasta hoy.
Casi dos décadas después, su esposa Mónica Rodríguez decidió darle un nuevo aire al negocio y sacar provecho de los insectos que mueren tras cumplir su ciclo de vida: joyería personalizada.
La artesana siempre soñó con realizar accesorios con estos materiales, por lo que por varios años probaron con diferentes resinas y técnicas. Hace dos años lograron desarrollar el producto adecuadó y poner a volar el emprendimiento Mariposas Accesorios CR.
“Algunas mueren divinas. Aprendí a hacer cuadros y joyeros con mariposas. Pero habían muchas alas que seguían estando muy lindas, pero no servían para un cuadro, por ejemplo. Empecé a tratar con joyería y en el camino topé con muchos tropiezos, como que en el país no hay insumos necesarios”, señaló Rodríguez.
“Fue un proceso a prueba y error”, agregó la artesana, quien inició con la venta de los accesorios en el mismo mariposario.
La artesana inmortaliza la belleza natural de las mariposas morpho y monarcas en sus accesorios con acabados únicos.
La pareja recalcó que las alas que se utilizan son de mariposas que mueren de forma natural al cumplir su efímero ciclo de vida. Es decir, ningún insecto es sacrificado para realizar la joyería.
Él, oriundo de Sarchí, y ella, proveniente de Poás, contrajeron matrimonio hace 18 años, justo cuando inició el negocio con las mariposas. Ambos trabajaban en una empresa de maquila en Grecia, donde se conocieron.
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Efectos de la pandemia
El emprendimiento de joyería es liderado por Mónica Rodríguez. (Facebook Mariposas Accesorios CR)
Como a la mayoría de artesanos de Sarchí y de todo el país, la crisis generada por la pandemia de coronavirus los golpeó directamente.
El mariposario tuvo que cerrar sus puertas por casi tres meses. Hasta hace un par de días, reabrieron las puertas entre semana con mínima visitación.
Luego de contar con tres colaboradores para ambos negocios, ahora él se encarga del mariposario y Mónica de la joyería, ante el impacto de las medidas sanitarias y la pérdida de negocio.
Danilo Rodríguez aseguró que el contexto les ha enseñado la importancia de las redes sociales y las plataformas digitales para potenciar el emprendimiento, que esperan que pronto pueda cruzar las fronteras costarricenses.
“Estuvimos como en shock, no sabíamos ni qué hacer. Se cancelaron los tours. Pero dijimos, ‘ok, no hay gente en la calle, hay que ver cómo hacer llegar el producto hasta las casas'”, señaló Mónica.
El mariposario tiene sus puertas abiertas, pero se atiende únicamente con reservación y por burbujas sociales, para mantener las medidas sanitarias exigidas por las autoridades.
El mariposario Sarchí abrió sus puertas nuevamente y admite visitantes con reservación previa (foto: Facebook Mariposas CR).
Paula Umaña
Un viaje diario entre palabras, versiones, hechos y verdades. Una periodista en constante aprendizaje, con el sueño de ser bióloga marina y sumergirse en las historias más profundas del gigante acuático.
