Paula Ruiz
Ese 8 de mayo de 2022, todavía era obligatorio el uso de la mascarilla. Una mañana calurosa, recibía a las delegaciones de distintos países, quienes desfilaron por el Parque de la Democracia y eran recibidos por niños con su uniforme escolar y hondeando una bandera de Costa Rica. Así, cada uno fue ingresando al recinto legislativo, escenario histórico para el traspaso de mando.
Ese 8 de mayo de 2022, los costarricenses observaban cómo Rodrigo Arias, Presidente de la Asamblea Legislativa, colocaba la banda presidencial a Rodrigo Chaves Robles, siendo este acto, el banderazo de salida para ejercer sus funciones.
“Mucho éxito, mucho éxito, presidente”, le dijo Arias a Chaves en un apretón de manos y que luego, el Plenario Legislativo se fundió en un mismo aplauso para celebrar ese hecho.
Allí mismo, Chaves emitió su discurso de posesión como el mandatario número 49 de la nación.
“Vean en mí un facilitador, quien por medio de un diálogo respetuoso y atento, buscará la conciliación de un pueblo que al día de hoy, se encuentra dividido entre diputados, sindicatos, empresarios e instituciones que por años han minado el desarrollo los unos a los otros para obtener algún beneficio a costa de la mayoría”, afirmó en ese momento.
“Las fuerzas de la oposición también son fuerzas del pueblo. Son también ese latido común que nos une como país. Construyamos puentes que recuperen la tan lastimada confianza del pueblo en sus líderes políticos. Demostrémosle a Costa Rica la mayor valentía de todas: la capacidad de sentarnos a la mesa, mirarnos a los ojos con transparencia y llegar a consensos que le traigan paz, tranquilidad y desarrollo a nuestra nación”, dijo también en ese momento.
Aprendices
A dos años de ese discurso, el camino recorrido es otro, principalmente si hablamos de lo sucedido entre Zapote y Cuesta de Moras.
Para el analista legislativo, Daniel Calvo, la relación entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo ha sido tensa y desde el Gobierno, no han logrado tener un manejo adecuado de la Asamblea Legislativa por diferentes razones, entre ellas, la curva de aprendizaje de la bancada oficialista del Partido Progreso Social Democrático (PPSD).
“Les pasó una carísima factura la curva de aprendizaje, eran personas que no habían militado en partidos políticos, doña Pilar Cisneros sigue sin comprender el rol de vocera de Gobierno de un partido oficialista que es más de tender puentes que destruirlos; donde yo creo que la confrontación se le da casi que de forma natural y ella se sentiría mucho más cómoda o sería una diputada todavía más destacada si fuera diputada de oposición, eso se le complica muchísimo”, puntualizó.
Sobre esta misma línea, el exdiputado Otto Guevara, quien es analista político y cercano al Gobierno de Chaves, también coincide con que estos primeros dos años han sido de aprendizaje y acomodo.
“Llegamos a la conclusión del primer tiempo del partido y el 8 de mayo (de 2024) inicia el segundo tiempo”, dijo al compararlo con un partido de fútbol, donde los primeros dos años serían los 45 minutos iniciales y el tercer y cuarto año, la llegada a los 90 minutos.
“En este primer tiempo, creo que ambos poderes, el Legislativo y el Ejecutivo, pasaron varios meses en un proceso de conocer cada uno por su lado las competencias, acomodarse y hubo varios meses donde la relación era una relación no tan intensa porque cada uno estaba, unos conociendo procedimientos parlamentarios y familiarizándose con la agenda que heredaron y otros, en el caso del Poder Ejecutivo, apenas amalgamando los equipos, preparando proyectos de ley para eventualmente, presentar en la Asamblea Legislativa. A tal punto que se perdió una buena parte de la primeras sesiones extraordinarias, de mayo a julio de 2022, con muy poca productividad del Poder Ejecutivo”, explicó.
Luego, la Asamblea ingresó a sesiones ordinarias en agosto y, a partir de setiembre de 2022, concentrados en Presupuesto Ordinario de 2023. Para Guevara, eso implicó que todo ese año, los diputados no hayan entrado a discutir temas importantes.
Lo que sí iba floreciendo, eran las pugnas. “Eso hizo que las relaciones, lamentablemente no fueran las mejores y eso, a mi juicio, afecta la dinámica de la tramitación que requieren proyectos de ley relevantes para el Poder Ejecutivo que no han sido tramitados con la celeridad que el Ejecutivo esperaba”, puntualizó el exdiputado.
A su criterio, el manejo de las sesiones extraordinarias en manos del Gobierno, no han sido las mejores, dado que ha perdido tiempo valioso que se pudo haber aprovechado en el análisis de iniciativas, principalmente en comisiones legislativas.
El lenguaje: su aliado y enemigo
Desde la campaña política, Rodrigo Chaves ha sabido atraer los reflectores mediante un lenguaje sencillo, entendible para todas las clases sociales y además, marcado muchas veces con palabras que la gente quiere escuchar.
Las conferencias de prensa realizadas los miércoles desde Casa Presidencial, se han convertido en la vitrina para que Chaves refuerce su estilo confrontativo con el Primer Poder de la República, tomando en cuenta la mala imagen que tiene el Congreso, puntualizó Calvo.
Ese mismo espacio semanal, también ha sido testigo de señalamientos a diputados de la República.
“Eso es ser Judas”, “Traición”, “Mentiroso”, “Las 2, 3 o 4 caras de Eliecer Feinzaig”, son solo algunas de las palabras emitidas por Chaves en las conferencias. También, recientemente dio a entender que en el Primer Poder de la República, había defensores de sicarios.
De acuerdo con Carlos Carranza, analista político de la Universidad Nacional, este puente con grietas entre ambos poderes, tiene que ver con que Chaves, antes de negociar proyectos de ley, se ha ido de forma directa sobre las personas.
A su criterio, el actual gobernante es el más polémico desde 1948.
“Porque evidentemente ha sufrido muchos choques con el Poder Legislativo por diferentes temas, porque no hay acuerdos básicos sobre proyectos que se pueden llevar a cabo, pero sobre todo, porque el estilo del presidente, el lenguaje, los símbolos y su concepción democrática hace que muchas veces tienda a enfrentarse directamente con la Asamblea”, recalcó Carranza.
“Lo más grave, es que antes de buscar negociar y acuerdos, ha ido en forma directa sobre personas, sobre cosas y a veces con un lenguaje que no es el más apropiado para quien ocupe el primer poder presidencial. En última instancia, puede hacer críticas, pero con un lenguaje bien elaborado y no poner frases como que está en el clóset”, dijo el universitario al recordar un hecho confrontativo con el legislador Ariel Robles del Frente Amplio, pues de forma indirecta, el mandatario utilizó esa palabra para hacer referencia a cuestiones populares sobre la orientación sexual de una persona.
Ese lenguaje y confrontación, han hecho que los pocos acuerdos alcanzados, retrocedan y lleguen a no concretarse “porque el presidente, inmediatamente vuelve a su estilo, a su forma de ser”.
Con esto mismo coincide Daniel Calvo, quien recordó que en los últimos años, el Ejecutivo buscó quitar a Rodrigo Arias de la Presidencia del Congreso, sin éxito lo cual refleja relaciones dañadas.
“Cuando hay algún tipo de esfuerzo como la idea de que los jefes se reunieran con el presidente, buena la gestión pero lo que hacen con la mano algunos jerarcas de Gobierno, aparece el presidente a borrarlo con el codo con exabruptos, con ataques a diputados, ataques a la prensa y ha hecho que se haya perdido dos veces consecutivas la presidencia de la Asamblea Legislativa. Aunque el Ejecutivo lo intentó, no logró consolidar un bloque que le permitiera disputarle y arrebatarle la presidencia a Rodrigo Arias”, declaró el analista.
Amplió que este 2024, también quedó en evidencia un distanciamiento profundo con la fracción oficialista porque ya nadie quiere juntarse con ellos, como una forma de desligarse del Ejecutivo. Todo, como un cálculo político con miras a las elecciones nacionales de 2026. Así, se evitarán ser señalados como co-gobierno. Entre más cerca estén los comicios, más lejanía podría haber con esta bancada, expuso Calvo.
Ambos analistas coinciden que el enfriamiento más evidente es con Nueva República, quienes inicialmente se mostraban cercados al Gobierno y ahora, decidieron tomar distancia.
A ellos se suman, en una segunda escala, legisladores de la fracción de la Unidad Social Cristiana.
Los roces durante dos años de Administración, han sido objeto de llamados de atención por parte de Rodrigo Arias, quien ha tenido que defender a la Asamblea Legislativa.
El pasado 2 de mayo, durante la rendición de cuentas de Chaves, el presidente del Congreso pidió frenar la confrontación y enfocar su energía en el diálogo respetuoso, pese a las diferencias.
“Su incesante e innecesario discurso confrontativo contra esta Asamblea Legislativa, contra el Poder Judicial, contra el Tribunal Supremo de Elecciones, contra la Contraloría General y contra cualquier otra institución o persona que no comparta su visión, no hace más que acercar a nuestra democracia hacia el despeñadero”, advirtió el liberacionista.
“Este parlamento no va a permitir que nadie socave nuestro Estado de Derecho y nuestra democracia. Por eso le digo, señor Presidente: ¡rectifique! Tener diferencias de visiones es sólo natural”, amplió.
Se solicitó un criterio de Arias sobre los dos años de relación entre ambos poderes, sin embargo se indicó que no se referiría a este tema.
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Natalia Díaz como puente
A esto se le suma, el papel de Natalia Díaz, como Ministra de la Presidencia. Por sus funciones, es el puente entre Rodrigo Chaves y los 57 diputados.
A ella, la acompaña Freddy Morera, Viceministro de la Presidencia. Para Calvo, ambos tienen un perfil bajo, adrede, porque el mandatario es quien quiere tener todos los reflectores sobre él.
Otto Guevara fue compañero de bancada de Natalia Díaz cuando ambos eran diputados por el Movimiento Libertario (2014-2018).
Para él, Díaz ha sido muy prudente en su relación con los parlamentarios.
“Tal vez, más prudente de la cuenta diría yo, me parece que ha faltado más hacerle ver a diputados el sentido de urgencia en tramitación de ciertos proyectos y si se hubiera hecho esa labor y los diputados hubieran aceptado que hay proyectos más urgentes que otros, los diputados tal vez hubieran podido mejorar la agenda parlamentaria”, consideró.
Por su parte, Díaz, considera que estos dos años de Administración han sido positivos con respecto de la relación entre ambos poderes.
Contrario a lo que consideró Guevara, a pesar de los roces que han existido, se avanzó en “grandes proyectos para el país”.
En esa lista, la ministra destacó:
- “La aprobación unánime de $700 millones para atender obras que hoy ponen en riesgo la vida de miles de personas.
- La carretera a San Carlos.
- La aprobación del proyecto de ley que permite concluir la Circunvalación Norte.
- Eurobonos.
- La aprobación del proyecto de ley que autoriza a la Asociación Pro-Hospital Nacional de Niños el traslado de fondos a la CCSS, para la construcción y equipamiento del edificio de cuidados críticos, denominado Torre de la Esperanza.
- Mesa de trabajo en materia de seguridad delegada por los Presidentes de los Supremos Poderes. Aprobamos 2 de las 10 iniciativas. Esperamos sacar las otras 8 pendientes.
- Mesa de negociación para impulsar la aprobación del proyecto de ley que reduce el marchamo”, puntualizó la jerarca.
Para el exlegislador, la Asamblea Legislativa no ha concentrado esfuerzos en temas importantes como el proyecto de armonización del sistema eléctrico nacional, las reformas del Estado, la venta de la Fábrica Nacional de Licores (Fanal), el cierre del Consejo Nacional de la Producción (CNP), fusión de entidades y cierre de la agencia espacial.
Los sectores sociales
Además de la Asamblea Legislativa, hay sectores sociales y empresariales que por su naturaleza, deberían tener contacto con Zapote.
Uno de esos es la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep). Para Carranza, aunque si bien hubo una cercanía al principio, paulatinamente se ha ido distanciando del Gobierno, sin decirlo abiertamente.
En tanto, sobre el sector productivo arrocero puntualizó que “no hay ninguna relación y evidentemente hay un enfrentamiento abierto que ha terminado en recursos jurídicos ante instancias judiciales y no es el más adecuado”.
Sobre los grupos sindicales, tanto el universitario como el exdiputado coinciden con que el más descontento con el Ejecutivo es el de salud, en específico por la labor de su presidenta ejecutiva, Marta Esquivel.
Lenín Hernández, secretario general del Sindicato de Enfermería (SINAE AFINES) considera que han sido dos años complicados para los gremios.
No hay apertura al diálogo, transparencia y respeto al marco legal del país, según enfatizó Hernández. Él indicó que esta situación con el Ejecutivo, se traslada a la situación con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) donde no hay apertura con Esquivel.
En donde sí le va muy bien al presidente es en aquellos lugares donde asiste y hay participación de la ciudadanía, como sucedió recientemente en Limón.
“Pareciera que no puede llegar a los grupos sociales y el enfrentamiento es una cuestión diferente. Lo que pasa es que el presidente utiliza una alta capacidad de discurso cuando se encuentra en grupos de masas como fue en Limón, como lo ha hecho en Guanacaste y Puntarenas para tratar de decir que la línea correcta es la de él cuando hay una gran distancia con diferentes grupos”, dijo Carranza.
También, la Cámara de Comercio es la que mayor acercamiento ha tenido con el Gobierno, según expuso Guevara.
Se solicitó la opinión de la Uccaep y la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANDE), pero al cierre de esta nota, no se obtuvo respuesta a la solicitud.
Por lo pronto, los analistas no vislumbran que las relaciones con la Asamblea Legislativa y sectores sociales, vayan a tener algún cambio.
