Tomás Gómez
Al entrevistar a Rodolfo Piza es inevitable no preguntar sobre su salida del Gabinete, una amenaza que se ha mantenido constante en los últimos dos meses.
Aunque sigue sin ponerle fecha al final de su gestión, el ministro de la Presidencial sí deja entrever que la decisión está tomada y que no falta mucho para que eso suceda.
En su función de representante presidencial y encargado del diálogo con diferentes sectores, Piza ha sido protagonista durante las últimas semanas.
La agenda llena de protestas y mesas de negociación se han vuelto protagonistas de las noticias y aunque muchos digan lo contrario, el jerarca insiste en que ha estado presente y que ha actuado hasta donde el marco legal lo permite.
¿Cómo maneja Piza su relación con la Asamblea Legislativa?
Por su despacho pasa la responsabilidad de empujar las iniciativas del Gobierno en Cuesta de Moras y consensuar las negociaciones con diferentes bancadas para llegar a los votos requeridos.
La división de poderes es una respuesta constante al hablar de su estilo de liderar el Ministerio y con el que sobrelleva las críticas:
Aunque viene de la Unidad Social Cristiana, Piza forma parte del segundo gobierno del PAC.
Sus vínculos con el presidente Carlos Alvarado se rigen por un acuerdo denominado por sus apellidos.
No ampliar al regulación del aborto fue parte del pacto, pero la firma norma técnica para aplicar la interrupción terapéutica del embarazo -promesa de campaña de Alvarado- ha llegado a poner en duda la alianza.
El plazo señalado para firmar el decreto vence en cinco meses y así ve el tema Piza:
Con la única certeza de que no se quedará hasta el 2022, Piza se prepara ahora para seguir desempeñando el cargo hasta que salga de él.
Su próximo reto será el periodo de sesiones extraordinarias en el Congreso durante agosto.
Impulsar la agenda OCDE y asegurar los financiamientos provenientes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Andina de Fomento (CAF) formarán parte de sus retos.
