Cuando hablamos de obesidad infantil no solamente nos referimos a unos simples kilos de más. También nos referimos a un problema de salud que puede tener graves consecuencias si ignoramos su evolución.
Es de gran importancia tomar conciencia y responsabilidad con respecto a este tema ya que los niños de hoy representan el futuro de nuestro país y del mundo entero.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), junto con otras autoridades sanitarias a nivel mundial, coinciden en que la obesidad infantil es uno de los problemas de salud más graves de este siglo. Afectando a la mayoría de los países desarrollados y en vías de desarrollo.
La OMS define la obesidad y el sobrepeso como: ”una acumulación anormal o excesiva de grasa que supone un riesgo para la salud”.
Factores causales
Alimentación inadecuada: Cuando nos referimos a una alimentación inadecuada, no solo nos referimos a lo que comemos. También a cuánto comemos y de qué forma lo hacemos. Es tan importante lo que comemos como el órden en que lo hacemos, sobretodo para fomentar buenos y saludables hábitos en los niños.
Gaseosas, golosinas, licuados, cereales, y comida chatarra son gran parte de las listas actuales de comidas para los niños en muchos de los Hogares, esto debido a su rápida preparación o a la práctica manera de servirlas, logrando sustituir los vegetales, carnes, granos y otras comidas saludables.
Sedentarismo: Este factor ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos años gracias a la sustitución de juegos y actividades físicas por el uso extremo de consolas de juegos, tablets y el sobre uso de teléfonos celulares, todos estos juntos han logrado anular poco a poco las actividades y el desempeño físico de los niños en todo el mundo desarrollando obesidad y junto con ella enfermedades como la diabetes.
Factores genéticos: Aunque no dependen de nosotros es nuestro deber el cómo actuar cuando están presentes, los factores genéticos NO deben ser una excusa para justificar la obesidad.
El sobrepeso, la obesidad y las enfermedades conexas se pueden prevenir, siempre y cuando exista una mejora en los hábitos de los niños abarcando estos desde la alimentación hasta las actividades que realicen. Concientizando y siendo conscientes es la manera más sostenible de mantener buenos hábitos y buena salud en las futuras generaciones.
Consecuencias
Las principales consecuencias y las más comunes son: la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y la hipertensión. Pero con éstas pueden haber muchas otras más.
Exceso de peso: repercute directamente sobre los huesos, articulaciones y todo el aparato locomotor, reduciendo así la tolerancia al ejercicio físico, causando estiba su vez trastornos respiratorios.
Problemas de autoestima: El sobrepeso puede afectar el desarrollo emocional de los niños. Sentimientos de inferioridad y baja autoestima, sentimientos de rechazo y aislamiento desarrollando comportamientos antisociales y probablemente depresivos. Todos estos estados llevan al aumento de la ingesta de comida y sedentarismo, agravando más el sobrepeso hasta llevarlo a la obesidad mórbida.
¿Consejos para prevenir la obesidad mórbida?
- Tomar conciencia de la enfermedad y de todas las consecuencias que trae como tal.
- Dar el ejemplo con actos: los niños se concentran más en lo que observan que en lo que escuchan.
- Cambio en los hábitos de comida: ser asesorados por un nutricionista es lo ideal.
- Incentivar al niño a ejercitarse, buscar algún pasatiempo activo o deporte es muy importante, caminar correr, andar en bici o simplemente jugar en el parque. Solo es cuestión de que el niño no esté encerrado o jugando videojuegos
- Generar en los niños buenos hábitos de ejercicio y de alimentación no solo lo libraran de exponerse a la obesidad si no que también le enseñarán a vivir de una manera sana.
“Cuida tus actos porque se convertirán en tus costumbres y cuida tus costumbres porque se convertirán en tu destino”