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Norval Calvo: el lado serio del hombre que hace reír

Karen Marín para El Observador La mayoría del tiempo, Norval Calvo está detrás de un micrófono o frente a una…

Por Redacción El Observador

Tiempo de Lectura: 5 minutos
Norval Calvo: el lado serio del hombre que hace reír
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Karen Marín para El Observador

La mayoría del tiempo, Norval Calvo está detrás de un micrófono o frente a una cámara. Así se le escucha, se le ve; pero ¿Qué hay detrás de la vida de ese hombre que por años lleva sujetando un exitoso programa de radio como lo es “Pelando el Ojo” y, de forma más reciente en la televisión, “La Dulce Vida”?

Más allá de las risas y carcajadas típicas que generan los personajes que imita –durante 30 años de trayectoria-, en esta ocasión este josefino, que se acerca a los 50 años, tiene temas que lo apasionan, cosas que ama y proyectos que quiere hacer.

Sin poses ni limitaciones para hablar de sus temas privados, directo y accesible, así se mostró el ojiverde comediante en una entrevista con El Observador.

Sus inicios como comediante –en los 90 como ganador en la primera edición de “La Dulce Vida” – , su paso por el programa “La Patada” –con el recordado Parmenio Medina-, y de sus proyectos actuales… de todo eso, habló claro Norval Calvo.

¿Cuándo descubrió su talento para imitar ?
Básicamente en el colegio, cuando empiezo a hacer imitaciones de los profesores y profesoras. Empecé a hacer las voces de ellos y la gente se moría de risa y ahí es donde me doy cuenta que tengo la habilidad de hacer voces.

En ese entonces, ¿Pensó en algún momento que esta habilidad sería viable para desarrollarse profesionalmente en nuestro país?
No, vieras que cuando empecé no me pasó ni por la mente que esto se iba a convertir en una carrera para mí. Pero conforme fue pasando el tiempo, vi que la carrera como tal se fue profesionalizando un poco más en nuestro país.

¿Se fue profesionalizando después de la primera edición de “La Dulce Vida”?
Eso es muy interesante por que los únicos humoristas que estaban en ese momento cuando yo gané “La Dulce Vida” eran Lucho Ramírez –que era como el zar de las imitaciones de este país-, estaba Gorgojo en su mayor apogeo y estaba Coco Mora -el de los muñecos-.

Esas tres personas tenían cautivo el mercado en Costa Rica y cuando salí en “La Dulce Vida”, empecé a verlos y a estudiarlos y dije “mirá, es un tema interesante. Es un nicho de mercado que está bonito y voy a entrar por este lado”. Fue ahí cuando empecé a ver que sí era una profesión.

Usted era muy joven en ese momento ¿Cómo hizo ese análisis?
Tenía 19 años en ese momento. Claro, por la edad y todo el contexto hice un poco de loco, era un carajillo, me gané un carro, empezaron a contratarme las empresas. No estaba preparado psicológicamente para enfrentar ese golpe de fama que me dio haber ganado el concurso.

Aunado a eso, al día siguiente me llamó Parmenio Medina para incluirme en “La Patada” –eso nadie lo sabe-.

¿Cuál ha sido el sueño o aspiración más recurrente en su vida?
Pienso que superarme cada día más a nivel profesional y personal, van de la mano. Si me profesionalizo y tengo éxito a nivel laboral, lo voy a tener a nivel personal. De ahí que esa es la meta que siempre me he trazado. Por más pequeño o grande que sea ese proyecto, le doy el mismo énfasis y la misma importancia.

Una vez usted fue el aprendiz ¿Considera que ahora es el maestro  de la gente de nueva generación que trabaja con usted?
No sé si maestro, pero por lo menos un parámetro para que ellos aprendan algunas cosas, están muy jóvenes. Que aprendan de cómo se puede surgir y tal vez no cometer errores que yo cometí, producto de la inexperiencia. Creo que quizás soy más un modelo a seguir para que ellos sepan como hacer las cosas.

¿Hay algo que  lo haya marcado en la vida ?
Si, dos cosas. Una, fue la muerte de Froilán Bolaños que fue sumamente dura. La segunda cosa que me ha marcado, para bien, es el nacimiento de mis dos hijos –uno de 25 y otro de 11 años-, que han sido una gran bendición para mi.

¿Qué era Froilán Bolaños para usted?
Era mi mejor amigo, era mi compañero de trabajo en todos los proyectos –shows, canal, “Pelando el Ojo”-. Era un hermano, era mi compañero de fiestas. Eso me marcó a nivel personal, por el aprecio que le tenía, y a nivel laboral.

Me decía “¿ahora que hago yo?”. Froilán era el 50 por ciento de las voces del programa, yo era el otro 50 por ciento. Al morir él quedó ese porcentaje fuera. Entonces tenia que echarme el programa todo al hombro y rearmarlo completamente.

A nivel personal fue un gran compañero, yo aprendí lo que es la lealtad de Froilán.

¿Quién ha sido la persona a nivel personal y profesional más importante de su vida?
A nivel profesional Parmenio Medina fue unos de los que más me ayudó. Porque yo era un carajillo y a la hora que Parmenio me llamó a formar parte del programa radial más importante del país. Fue mi mentor

Tiene participación en una película, su programa tiene un raiting muy alto y un talento muy difícil de reemplazar ¿Qué otros proyectos desea realizar ?
Quiero continuar con el proyecto de los muñecos de látex de “Pelando el Ojo”. Son de tamaño natural, pero del torso para arriba, no tienen pies. Los suspendí hace un año, pero venían personajes nuevos.

Precisamente con la entrada del nuevo gobierno tengo diez personajes que incluir. Tenía 24 ya, más estos diez son 34, lo que me hace tener suficiente material para un proyecto más grande en televisión.

¿Cuál es el programa al que más cariño le tiene y el que más disfruta?
Una de las voces que más me gusta imitar es la de Miguel Ángel Rodríguez, esa es mi favorita. ¿Por qué? Porque me costó mucho hacerla.

¿Ha pensado alguna vez en cruzar fronteras ?
Si lo pensé pero básicamente mi entorno es aquí porque los personajes que yo interpreto son nacionales, no son regionales. Tal vez pude haber dado ese paso mucho antes,y quien quita un quite, y la hubiera pegado tal vez en México.

Pero ya a estas alturas con 48 años ya no creo que sea la decisión idónea, cuando ya tengo aquí muy consolidado mi trabajo.

También eso costaba plata en ese momento, aunado a eso tengo una limitante: no hablo inglés, y si hablara ese idioma, quizás se me habrían abierto muchas puertas en muchos lugares haciendo shows, no sé, en Las Vegas. Esa es una debilidad que siempre he tenido.

¿Cómo se define Norval?
Me defino como: “el mae más breteador que puede haber”, pero es que soy muy apasionado por lo que hago. Me encanta trabajar, aunque esto no lo veo como un trabajo, sino como algo que me encanta hacer. Me gane un colón, o me gane más, lo hago con la misma pasión y entrega.

Lo mismo pasa a nivel personal, aunque soy muy jupón y testarudo. Si creo en una idea la mantengo hasta el final, sin que signifique esto que yo tengo la verdad absoluta; igual si tengo que reconocer que me equivoqué lo hago sin problema.

¿Quién es un ejemplo a seguir? ¿A quién admira?
A Parmenio. Creo que marcó algo muy importante para mi, por que era un hombre disciplinado, trabajador, honrado, una persona que le encantaba ayudar a los demás.

A mi me encanta también ayudar a otros. ¿Si Dios me dio las herramientas para ayudar a los demás, por que no lo voy a hacer también? Dios me ha dado muchas cosas y me ha bendecido con muchas cosas, entonces siento que somos instrumento para hacer algo por los demás.

Eso lo vi muchas veces con Parmenio agarrando el teléfono, llamando al Presidente de la República y diciéndole: “necesito que le ayuden a tal persona por que se le quemó la casa” y, a la semana siguiente, la persona tenia la casa.

¿Cómo quiere que lo recuerden?
Como una persona trabajadora, emprendedora. Soy emprendedor desde que tengo 18 años, sé perfectamente que las cosas se pueden hacer si a uno le gusta hacerlas, si se trabaja con pasión, con entrega y disfrutando lo que hace.

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