Sergio Arce
Con una camiseta negra con grandes letras amarillas que dicen ‘Pura vida” y abajo unas más pequeñas con el nombre de “Costa Rica”, el afamado actor estadounidense Norman Reedus se unió a las miles de personas que protestaron este martes contra el racismo y la muerte de George Floyd.
Este hombre negro de 46 años falleció el pasado 25 de mayo asfixiado en Minneapolis mientras era inmovilizado por un policía blanco. El incidente fue grabado por un celular y se viralizó rápidamente por todo el mundo.
El policía que asfixió y mató a Floyd fue arrestado. (Captura de video)
El actor de 51 años, quien en la serie The Walking Dead protagoniza a Daryl Dixon, fue captado este martes apoyando a quienes marcharon por las calles de Los Ángeles con fuertes consignas por este crimen, que desencadenó una serie de protestas masivas por numerosas ciudades de la Unión Americana. Reedus subió las fotos en sus redes sociales.
Algunas personas se tomaron fotos con el actor. (Instagram Norman Reedus)
Las personas que lo reconocieron no dudaron en tomarse fotos con él, quien es un declarado enamorado de Costa Rica. Se registran visitas a nuestro país en noviembre del 2017, abril del 2019 y diciembre del 2019-enero 2020.
En esta última ocasión pasó cerca de un mes en Nosara en compañía de Diane Kruger, su pareja desde el 2016 y con quien tiene a una hija de poco menos de dos años.
Reedus también es un fuerte activista político y en sus redes sociales (en Instagram tienen poco más de 6,7 millones de seguidores) ha alentado a los estadounidenses a registrarse y votar en las elecciones primarias.
De hecho, a la luz del crimen de Floyd y la respuesta dada por el presidente Donald Trump -que lejos de unir al país lo ha divididido aún mas con incendiarias declaraciones-, muchos artistas se han volcado a pedir a sus fans que se registren y voten de cara a las elecciones presidenciales de noviembre próximo.
Más protestas, más riesgo de COVID-19
Las multitudinarias protestas se intensificaron el martes hasta entrada la madrugada del miércoles en diversos puntos de Estados Unidos tras la orden de Trump de reprimir una manifestación pacífica y su amenaza de movilizar al ejército.
Pese a la pandemia del coronavirus que ha dejado más de 106.000 muertos en Estados Unidos, la muerte por asfixia de Floyd llevó a multitudes a las calles, en la mayor movilización en décadas.
Los manifestantes se enfrentaron a la policía hasta entrada la madrugada del miércoles en Nueva York o Los Ángeles, pese al toque de queda, aunque no hubo tantas escenas de violencia y saqueos como en los días precedentes.
A cinco meses de las elecciones presidenciales, el presidente Trump atizó la crispación tras amenazar el lunes con movilizar al ejército para imponer el orden, después de que al margen de las protestas en varias ciudades se registraran disturbios con saqueos.
Las autoridades ampliaron hasta el 7 de junio el toque de queda en la ciudad, una medida que no se utilizaba desde la Segunda Guerra Mundial, tras los saqueos durante la noche del lunes.
Numerosos expertos temen que las protestas reaviven la propagación del coronavirus, un riesgo que muchos están dispuestos a correr “por la salud de la nación”.
Para Ebony Hilton, una doctora negra del hospital de la Universidad de Virginia, Estados Unidos enfrenta actualmente dos peligrosas pandemias: la de la COVID-19 y la de la violencia policial.
Esta médica aseguró a la AFP que junto a sus colegas espera que los casos de coronavirus tengan un nuevo pico en el país debido a que en las protestas “no hay distanciamiento social y desafortunadamente la mayoría de la gente usa sus mascarillas de forma incorrecta”.
Dijo además que los gases lacrimógenos utilizados regularmente por la policía para dispersar a los manifestantes “aumentan el riesgo”, por la tos y las náuseas que producen.
