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Nicaragua oculta más de 6.000 muertes asociadas al COVID-19

Entre enero y agosto de 2020, el Ministerio de Salud de Nicaragua ha reportado 10.722 muertes a causa de neumonía,…

Por Confidencial, Nicaragua

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Nicaragua oculta más de 6.000 muertes asociadas al COVID-19
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Entre enero y agosto de 2020, el Ministerio de Salud de Nicaragua ha reportado 10.722 muertes a causa de neumonía, diabetes, hipertensión e infarto, que corresponden a más de 6.000 decesos en comparación con el promedio de muertes registradas por estas causas entre 2017 y 2019.

Un análisis realizado por CONFIDENCIAL, a partir de las estadísticas oficiales de decesos publicadas por el Minsa, concluyó que esta sobremortalidad correspondería a muertes por COVID-19 que el régimen oculta y justifica como “comorbilidad”.

El análisis, basado en los datos publicados en el Mapa de la Salud del Minsa, revela que el promedio de muertes por día a causa de estos padecimientos a nivel nacional pasó de 19 personas entre 2017 y 2019, a 44 personas en solamente los primeros ocho meses de 2020.

Práctica de las autoridades de Salud

La clasificación de muertes por otros padecimientos en el contexto de la pandemia es una práctica que las autoridades de Salud han implementado desde mayo.

En aquel entonces inició la curva de contagios por coronavirus y en el país se contabilizaron, oficialmente, los primeros 30 fallecidos por COVID-19.

El 12 de mayo, cuando se leyó el último informe diario sobre el avance de la pandemia en Nicaragua, el secretario general del Minsa, Carlos Sáenz, admitió que en el país había fallecimientos de personas que “estaban en seguimiento” por el virus.

Pero -según dijo- murieron por otras causas, excluyéndolas de esta manera del conteo oficial de muertes por la pandemia. que según el Gobierno asciende a 153 desde marzo a la fecha.

“Durante los primeros 12 días del presente mes de mayo, hubo tres fallecidos atribuibles a COVID-19 y se presentaron otros fallecimientos en personas que han estado en seguimiento. Esto fueron causados por tromboembolismo pulmonar, diabetes mellitus, infarto agudo de miocardio, crisis hipertensivas y neumonías bacterianas”, dijo Sáenz.

Así, el Gobierno introducía el término de “comorbilidades”, con el que semana a semana ha justificado las muertes por COVID-19, ocultando las cifras reales de la pandemia. Mientras, los entierros exprés y casi clandestinos se hicieron norma.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) reconoció en una entrevista con CONFIDENCIAL, realizada en agosto, que “la OPS considera que el incremento de mortalidad en Nicaragua tiene relación directa e indirecta con la pandemia de COVID-19”.

Nicaragua encabeza muertes en Centroamérica

Hasta este 6 de octubre, en Centroamérica se cuentan 10.239 muertes por COVID-19. Lo anterior según datos reportados a través del Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres en Centroamérica y República Dominicana.

Según ese registro, Nicaragua se ubica en el penúltimo lugar de la región con 153 fallecidos, solamente por encima de Belice, que reporta 30 muertes.

Sin embargo, al considerar los datos de sobremortalidad y sumarlos a las 153 muertes de COVID-19 que reconoce el Gobierno, el país se ubica en primer lugar, con 6.195 muertes. Esto deja en segunda posición a Guatemala, donde el número oficial de muertes por la pandemia es de 3.310 personas.

No obstante, aún con estos datos, en Nicaragua hoy es imposible obtener un cálculo sobre la letalidad de la pandemia.

Esto porque se desconoce el número real de contagiados, que el Minsa también oculta a través de un cuestionado y confuso registro de sumas y restas entre contagios, supuestos recuperados y personas en “seguimiento responsable y cuidadoso”.

Hoy, mientras el Minsa acumula 5.264 contagios, el independiente Observatorio Ciudadano COVID-19, integrado por una red de médicos y voluntarios, reporta 10.631 casos sospechosos de coronavirus en Nicaragua.

Sin capacidad de rastreo

Sin embargo, el dato del Observatorio ahora solo es una tendencia, porque no hay capacidad de seguir el dato real sobre los contagios que se extienden en las zonas rurales del país.

Además, los casos tampoco pueden confirmarse como positivos, aunque presentan síntomas, complicaciones o incluso fallezcan, porque el Gobierno controla el acceso a las pruebas de COVID-19 y tampoco revela la cantidad de pruebas realizadas ni sus resultados.

En agosto de 2020, una filtración hecha por el grupo Anonymous sobre las pruebas PCR que se hicieron en el Centro Nacional de Diagnóstico y Referencia (CNDR), demostró que hasta el 10 de ese mes el Minsa habría confirmado 10.195 nicaragüenses positivos con COVID-19, según los resultados no publicados de sus pruebas. Esto es el doble de casos que el Minsa reconocía para entonces.

Más de 1.500 muertes entre julio y agosto

Previo a esta actualización de datos, el presidente Daniel Ortega admitió en su discurso del 19 de julio, que entre marzo y junio de 2020 habían muerto 12.100 personas en Nicaragua.

Un análisis de datos de la sobremortalidad en comparación con 2019, realizado por el salubrista Carlos Hernández reveló que unas 4.429 de esas muertes serían atribuibles al virus hasta junio.

La sobremortalidad acumulada dos meses más tarde indica que otros 1.613 nicaragüenses fallecidos oficialmente por neumonías, diabetes, infarto, o hipertensión, realmente habrían muerto por COVID-19 entre julio y agosto.

La actualización del Mapa de la Salud del Minsa también incluye el registro de pacientes crónicos que muestran un incremento considerable en comparación con el 2019.

Por ejemplo, los pacientes diabéticos incrementaron en un 31,89% durante los primeros ocho meses de este año, al pasar de 84.846 a 111.901.

Y se pasó de 15.908 pacientes cardíacos a 44.214. También, se reporta un aumento del 83,99% en los casos de personas asmáticas. Esto, para los expertos, tendría como trasfondo “justificar” la sobremortalidad.

“No lo puedo asegurar, pero es la única manera que se puede interpretar es como un intento de minimizar precisamente el análisis del exceso de mortalidad, se están preparando para argumentar que lo del exceso de mortalidad no es cierto, justificando que había más casos de padecimientos crónicos”, afirmó el salubrista Carlos Hernández a CONFIDENCIAL a finales de septiembre.

Para esta actualización de datos, el Minsa se basó en un censo nacional para el cual fueron consultadas 3.963,546 personas, que corresponden apenas el 59% de la población de Nicaragua. Este dato incluye muertes ocurridas en hospitales públicos y privados y también los fallecimientos en casa.

Minsa eleva muertes por diabetes e infarto

Las estadísticas de los últimos años demuestran que entre 2017 y 2019, en Nicaragua fallecieron ocho personas por día a causa de infartos.

Sin embargo, entre enero y agosto de 2020, las muertes se elevaron a 16, resultando en una sobremortalidad de ocho personas por día.

Lo mismo ocurrió con las muertes fallecidas por diabetes, que en los tres años anteriores eran un promedio de seis personas al día, mientras este año mueren un promedio de 13.

Igualmente, en los casos de hipertensión se pasó de tres a cinco decesos por día. Mientras, las muertes por neumonías fueron las que más incrementaron al pasar de dos muertes diarias entre 2017 y 2019 a un promedio 11 muertes al día en 2020. Es decir, que se sextuplicaron.

El último dato oficial que se conoció sobre la situación de las neumonías en Nicaragua fue brindado el 27 de setiembre y, según las autoridades sanitarias, desde enero hasta esa fecha, atendieron 58.967 casos y murieron 2.625 personas. Lo anterior representa ocho veces más en relación con el mismo período de 2019. Así, la letalidad de esta enfermedad pasó del 0,37% en 2019 al 4,45% en 2020.

Según el registro histórico del Mapa de la Salud, el departamento que tuvo más aumento de muertes a causa de neumonía es Chinandega, justamente el epicentro del primer brote de covid-19 en Nicaragua. En los últimos tres años los fallecimientos en ese departamento no superaban los 41 casos; en cambio, entre enero y agosto de este año murieron 493 personas, dando un incremento del 1133%.

El segundo departamento que más muertes reportó es Granada, al registrar un incremento porcentual de 1089%. Es decir, que pasó de registrar nueve fallecimientos en 2019 a 107 en 2020. Asimismo, en Managua se nota un incremento de un 560% en las muertes, pues en 2019 hubo 141 decesos y en ocho meses se reportaron 932.

El SARS-CoV-2 agudiza “comorbilidad” de pacientes

Las muertes por otras comorbilidades también fueron reconocidas en el “Libro Blanco: Informe sobre la covid-19 y una estrategia singular”, que publicó el Gobierno en mayo de este año.

Sin embargo, fuentes médicas confirmaron en el reportaje “Régimen utiliza ‘comorbilidad’ para bajar letalidad de covid-19”, realizado por CONFIDENCIAL, que la verdadera causa de estas muertes es la covid-19, pues el contagio de coronavirus empeoró la condición preexistente de los pacientes, provocando su fallecimiento, aunque sus muertes no sean reconocidas por el Gobierno.

“Lo que la covid está haciendo es acelerando la muerte de la gente que se contagia, que tenía alguna enfermedad crónica de base maltratada, y que llegaron tarde al hospital para ser atendidos”, señaló entonces el epidemiólogo Rafael Amador.

En los pacientes diabéticos que se infectan del nuevo coronavirus, una posibilidad es que en el proceso de la enfermedad tengan problemas de coagulación.

Varios estudios científicos advirtieron que este tipo de pacientes desarrollan un proceso inflamatorio que provoca que la sangre se espese y forman coágulos que pueden causar su muerte.

Pero, en estos casos el origen de su deceso sería la COVID-19, pues de no haberse infectado, sus esperanzas de vida no se habrían reducido.