Tomás Gómez
La falta de ajustes en el Código Civil y el de Familia harán imposible, al menos de momento, que los matrimonios homosexuales puedan inscribir a sus hijos en igualdad de condiciones.
Aunque las uniones entre personas del mismo sexo quedaron validadas desde el 26 de mayo anterior, el Estado ahora se enfrenta al reto de ajustar su funcionamiento a una nueva realidad para la cual no todas las normativas relacionadas quedaron listas.
Tal es el caso del Registro Civil, ente adscrito al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), quien esta mañana fijó las reglas que regirán para la inscripción de niños provenientes de hogares homoconstituidos.
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Según justificó la institución, ante la falta de reformas por parte de la Asamblea Legislativa – que no las tramitó en los 18 meses dados por la Sala Constitucional – las leyes vigentes deberán interpretarse de la siguiente manera:
- hijos de parejas lésbicas: se asignará la co-maternidad y quedará a decisión de las mujeres el orden de los apellidos
- hijos de parejas de hombres gays: no se reconocerá paternidad compartida y solo se habilitará la figura de la adopción
- hijos nacidos e inscritos en el exterior: se respetará el proceso completado fuera del país y el orden de los apellidos original.
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El TSE aclaró que en caso de los procesos de adopción será el juicio o la resolución administrativa la que defina el orden de los apellidos.
Además el orden los apellidos del hijo mayor se deberá respetar para el resto de hijos si vinieran.
Reconociendo la diferenciación que se está haciendo entre parejas de hombres y mujeres, el TSE adelantó que pedirá un criterio a la Procuraduría General de la República para que se dirima el conflicto.
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Derecho con vacíos
Tras la Opinión Consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos del 2018, la Sala Constitucional declaró inconstitucional la prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo.
Sin embargo la regulación no corrió de inmediato. Considerando el cambio social que implicaba, el alto tribunal dio un plazo de año y medio a los diputados para ajustar las leyes.
El tiempo pasó sin que se consolidaran ajustes tales como el registro de hijos y otros temas como violencia doméstica o patria potestad.
Aspectos como pensiones, bonos de vivienda y aseguramientos sí habían avanzando.
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