La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca puede implicar un giro completo en la visión de Estados Unidos hacia Centroamérica, y por ello, un grupo de políticos de la región planteó 10 puntos de mejora.
El mensaje se plasmó en una carta denominada “Centroamérica y Estados Unidos: hacia una relación de fructífera vecindad”. A la cabeza de las firmas aparece la expresidenta Laura Chinchilla y así como otros diplomáticos y dirigentes.
La crisis democrática de Nicaragua, que ya suma 3 años, lidera las preocupaciones por su efecto de contagio.
“El desprecio y vulneración de los derechos humanos y de las instituciones democráticas que ahí tienen lugar, representan un grave foco de contaminación no sólo para Centroamérica sino para todo el continente”, dice el mensaje.
“El problema no se reduce a Nicaragua. Preocupan también los nuevos ímpetus autoritarios y populistas en otros países de la región, y a la actitud de muchos de los partidos políticos de cerrar espacios a la participación ciudadana diversa”, agrega.
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Junto a ello, se posiciona también un mensaje sobre el combate al tráfico de drogas, que según el grupo, ha sido ineficaz.
De acuerdo con su revisión, el hemisferio ha tenido “un fracaso colectivo”, con saldo negativo tanto institucional como humano.
“Centroamérica ha llevado sobre sus espaldas gran parte de los esfuerzos y costos sin que se observen en el horizonte cambios reales que auguren resultados diferentes”, postularon.
Más peticiones para Biden
Aunque los firmantes de la carta admiten que Estados Unidos focaliza su atención en temas migratorios, piden una visión más amplia.
En esa línea sugieren a Biden abordar la región más allá del Triángulo Norte -Guatemala, Honduras y El Salvador-. Además, insisten en que además de cooperación económica hay que supervisar temas de democracia e institucionalidad.
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Como puntos esenciales destacaron:
- Diálogo más amplio: piden a la administración Biden no solo tener comunicación con Gobiernos sino con sectores sociales dados los problemas internos de los países.
- Infraestructura e inversiones: con cooperación para puertos, carreteras y energía se podrían atraer más empresas y con ello impactar el empleo.
- Cambio climático: gestionar ayudas para los eventos extremos, tanto huracanes como sequías.
- Ayudas coordinadas: manejar en equipo las ayudas, sobre todo con socios como la Unión Europea y Japón para aumentar su impacto.
- Tecnología: incluir más el eje en las áreas de educación y emprendimiento, como vía para prevenir migraciones.
- Seguridad Alimentaria: atender el impacto de la desnutrición, sobre todo en los niños.
- Institucionalidad: promover la lucha contra la corrupción y respaldar el ejemplo que dieron las comisiones de la ONU y la OEA contra la impunidad en Guatemala y Honduras.
- Juventud y mujeres: garantizar oportunidades para que los jóvenes tengan arraigo en sus países, así como dotar los proyectos de un enfoque de género para que garanticen la inclusión financiera y práctica de las mujeres.
El problema de unir 7 países
La carta de los políticos a Joe Biden admite también los problemas que enfrenta Centroamérica como bloque.
“Reconocemos que la región tiene una asignatura pendiente para presentarse unida y con una voz común frente a los grandes temas que conciernen a sus habitantes”, sostuvieron.
Además de la expresidenta Chinchilla, por Costa Rica firmó el exembajador ante la ONU, Eduardo Ulibarri.
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Junto a ellos figuran los excancilleres de Panamá-Isabel Saint Malo-, Guatemala -Eduardo Stein y Fernando Carrera- y El Salvador -María Eugenia Brizuela-.
Por Nicaragua aparecen el exdiputado Edmundo Jarquín y la periodista Cristiana Chamorro. La activista Gina Kawas fue la representante de Honduras.