Desde la columna

Las municipalidades deben gestionar la salud pública, inversión social y potenciar su desarrollo

Es tiempo de escuchar a las comunidades: sus necesidades, sus compromisos, sus capacidades, sus propuestas

Por Desde la Columna

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Las municipalidades deben gestionar la salud pública, inversión social y potenciar su desarrollo
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Por Humberto Sanabria/ Educador

Costa Rica enfrenta momentos difíciles en términos de salud pública y los retos son enormes, tanto a nivel país como a nivel comunal; estos desafíos conllevan una serie de decisiones que solo se logran tomar en conjunto y de forma planificada.

La salud no consiste simplemente en la atención médica; tiene que ver con educación, agua, alimentación saludable, acceso a la actividad física,  recreación, prevención, empleo digno y el cuidado de algunas enfermedades, entre otros muchos factores.  En términos de salud pública, está claro que los adultos mayores, personas con discapacidad y la niñez tienen que estar siempre en las discusiones de la mesa del gobierno y en el centro de las políticas públicas para el desarrollo humano, cuyos principios se fundamentan en el amor al prójimo, el desarrollo social y económico solidario.

Es tiempo de escuchar a las comunidades: sus necesidades, sus compromisos, sus capacidades, sus propuestas.  Es momento de dialogar con nuestra gente.  La gran mayoría de las personas no está recibiendo la atención que se requiere para su bienestar:  a nivel de prevención, atención y promoción.  Es una realidad que la salud ha sido dejada de lado por los últimos gobiernos, que han debilitado la seguridad social de nuestro país.

El país ha perdido el rumbo en muchas áreas, pero la salud ha sido de las más afectadas.  Pareciera que no tienen claro el fundamento solidario que dio origen a la Caja Costarricense del Seguro Social  y los valores que han fortalecido nuestra institucionalidad por tantos años.

Los pueblos saludables son aquellos cuya educación, fortalecida por valores comunales, creen en el cuido individual y colectivo, la importancia de la salud mental y construcción común de la sociedad; son aquellos que han tomado la decisión de luchar por sus sueños y es aquí donde el Gobierno Local tiene el poder de incidir positivamente en la vida de su gente.

De esta manera, la función del gobierno local es la de gestionar y coordinar con todas las organizaciones e instituciones para la creación de políticas públicas que respondan a las necesidades de la población: creación de las políticas públicas sanitarias que reconozcan una cobertura de los servicios de salud para todos y todas, que permitan tener una atención más justa y equitativa porque la salud no es un tema individual, sino social; que además, debe velar por la protección de las personas menos favorecidas.

Desde la Municipalidad deben plantearse formas de gobernar en conjunto que permitan abrir los espacios para que la niñez y la adolescencia, puedan acceder al ejercicio pleno de sus derechos de forma segura, equitativa, igualitaria e integral.  Cada gobierno local debe velar por prevenir la delincuencia desde actividades artísticas y culturales, que fomenten el esparcimiento, la autonomía, la confianza y la identidad,  para la promoción de la salud física y mental.

Desde esta gestión local se debería contar con espacios para que los adultos mayores ostenten  de  centros de cuido apropiados, no aislados; que les ofrezcan una mejor calidad de vida, desde la cercanía con la comunidad donde han vivido y el respectivo tratamiento para las enfermedades crónicas que pudieran padecer.

Hay muchas organizaciones, leyes y presupuestos aislados; el Gobierno Local debe ser líder en la gestión y coordinación con todas las instancias involucradas en el tema: Comité Cantonal de Deportes y Recreación, Subsistemas Locales de Protección, Juntas de Salud, Asociaciones de Desarrollo, Juntas de Educación y Administrativas, Fuerzas vivas de la Comunidad, en general, para el fortalecimiento de la participación activa de la ciudadanía en los espacios de toma de decisión, para que estos les permitan solventar sus necesidades.

Un pueblo saludable es una inversión social con impacto directo en la economía de las familias y el desarrollo de la comunidad.  Resulta en trabajo productivo y gente feliz.

Involucrar a los gobiernos locales en este proceso, es una obligación y en este tiempo, antes de las elecciones municipales, es fundamental que lo recordemos para que todos los actores tengamos claras las verdaderas responsabilidades que tenemos con este tema que nos afecta a todos y todas.

Por eso, es fundamental que como ciudadanos comprometidos y responsables, salgamos a votar en todos los cantones del país, este próximo 4 de febrero, la indiferencia ante los temas políticos no es una alternativa para un pueblo educado que sabe luchar por el bien común.  No asumir esta responsabilidad, podría tener efectos muy negativos para nuestra democracia, las comunidades y la calidad de vida de sus habitantes.