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Lactancia materna: ¿experiencia exclusiva o excluyente?

“Lactancia Exclusiva” es el término que se usa cuando los bebés son alimentados únicamente con leche materna, el 100% del…

Por Emilia Malavassi

Tiempo de Lectura: 2 minutos
Lactancia materna: ¿experiencia exclusiva o excluyente?
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“Lactancia Exclusiva” es el término que se usa cuando los bebés son alimentados únicamente con leche materna, el 100% del tiempo. 

No todas las mujeres tienen la posibilidad de decir que sus bebés se alimentan totalmente de leche materna. Muchas, aunque quisieran, no lo logran por su cantidad de leche; otras por cuestiones de salud de sus bebés y algunas otras porque simplemente decidieron diferente.

No existe una sola forma de hacerlo, no hay buenos o malos. Cada uno puede decidir lo que se acomoda mejor a su familia, pero de eso no se trata este artículo.

Quiero hablar de aquellas mujeres que sí tienen la posibilidad de amamantar a sus hijos de manera total. Sin duda algo maravilloso, una entrega increíble que genera las más lindas emociones de orgullo y satisfacción. Pero que también tiene sus matices y que, quizá sin darnos cuenta, podríamos llegar a confundir la palabra “exclusiva” y a convertirla en “excluyente”.

Papá también puede alimentar al bebé

¿A que me refiero? Pensamos que: “Solo yo puedo alimentar a mi bebé, y así se lo voy a transmitir.”

Si bien es la mamá la encargada de producir la leche materna, y muy posiblemente la gran mayoría de tomas vengan directamente del pecho, no solo ella puede alimentar al bebé.

Resulta muy sano que papá también tenga el privilegio de alimentar a su hijo, esto favorecerá el vínculo papá-bebé, le permitirá involucrarse activamente en la crianza del mismo, y además, tendrá un impacto positivo a nivel de relación de pareja. 

Ser un equipo en la crianza, confiar uno en el otro, abrir la posibilidad de que mamá pueda tener espacios de descanso, son solo pequeñas muestras que harán sentir a la pareja que cuentan el uno con el otro.

Muchas mamás deben trabajar y por tanto extraerse leche para que mientras están fuera de casa bebé coma lo más natural. ¿Dejan de ser buenas mamás por eso? ¡Jamás! 

Entonces, ¿Qué tal si aquellas que no tienen que salir piensan en ese caso y le enseñen desde pequeños a sus hijos a que otras personas los pueden alimentar?

No hagan de la lactancia algo excluyente, más bien incluyan a sus personas importantes a vivir juntos la maravilla de alimentar al bebé.  Creemos que; “está es la forma correcta, cualquier otra está mal.”

Este punto es delicado, pero muchas mamás que sí tienen el privilegio de amamantar a sus hijos juzgan y señalan a las mamás que no lo hacen así.

Piensan que su forma es la única forma, y que por tanto, aquellas mamás que tienen una realidad distinta no lograrán un vínculo con su bebé, formarán niños sin defensas que se enfermarán siempre y en resumen, algo están haciendo mal.

No nos excluyamos entre nosotras mismas mamás. Seamos tribu con las mamás que tenemos cerca, apoyémonos unas a otras, cada una tiene su lucha y ninguna es más o menos válida.

La lactancia es un gran privilegio pero tengamos cuidado de vivirlo como tal, de incluir a nuestras personas importantes  y de no llegar nunca a hacerlo de forma excluyente.

Sintamos agradecimiento por la posibilidad de alimentar a nuestros bebés, sin importar como sea, recordemos que lo más importante para un bebé es recibir amor para lograr crecer fuerte, sano y feliz.

Emilia Malavassi es Psicóloga, especialista en terapia de pareja y familia.
Tel: 8970-3838
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