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La automedicación: una práctica que es mejor evitar

Por Viviana Gómez para El Observador Es muy común consumir o recomendarle a otras personas que usen algún medicamento sin…

Por Desde la Columna

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La automedicación: una práctica que es mejor evitar
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Por Viviana Gómez para El Observador

Es muy común consumir o recomendarle a otras personas que usen algún medicamento sin tener conocimientos médicos. Pero ello, implica asumir una responsabilidad sobre nuestra propia salud, o la de las personas cercanas, sin tomar en cuenta las consecuencias que esto pudiera tener.

La automedicación se define como el uso de medicamentos por iniciativa propia, sin la intervención médica tanto en el diagnóstico, como en la prescripción y en la supervisión del uso de un tratamiento específico. 

Es un mal hábito, muy común y extendido en nuestra sociedad. 

Existen medicamentos llamados de venta libre, que se obtienen fácilmente y sin receta médica, y que pudieran considerarse inofensivos cuando en realidad su abuso pudiera generar problemas graves para la salud.

Quizás en algunos casos, podríamos realizar una automedicación responsable. Un ejemplo puede ser: cuando administramos por nuestros propios medios un medicamento para tratar algunos síntomas menores como la fiebre.

Sin embargo, esto debería únicamente realizarse por un tiempo limitado, ya que en caso de persistir el síntoma lo indicado es consultar un profesional de salud.

Los riesgos

La automedicación puede tener riesgos como:

  • Agravar la enfermedad que creemos que estamos tratando.
  • Efectos adversos o indeseados.
  • Intoxicación.
  • Esconder otro problema de salud más grave.
  • Desarrollar resistencia a un antibiótico: al tomar antibióticos cuando no los necesita si no son recomendados por el médico, hace que posteriormente las infecciones se vuelvan más difíciles de tratar.

Es importante considerar, además, que no debemos automedicarnos a pesar de:

  • Presentar síntomas similares a alguna determinada enfermedad.
  • El consejo de un tercero acerca de la toma de un medicamento.
  • Que haya tomado ese medicamento con anterioridad y haya tenido efecto.
  • Que en publicidades se ofrezca el medicamento como productor de un alivio inmediato y automático.

Antes de tomar cualquier medicamento, es importante que consulte con un profesional. Y antes de recomendárselo a otra persona, recuerde que hay mayor riesgo de producirle un daño a su salud que un beneficio.

Viviana Gómez Sánchez
Médico Especialista en Medicina del Trabajo
Directora Médica en SERMED Empresarial
Presidenta de la Asociación Costarricense de Medicina del Trabajo
Presidenta de la Asociación Latinoamericana de Salud Ocupacional ALSO
Consultora de la OPS-OMS en Salud de los Trabajadores
Conferencista Internacional
[email protected]

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