Paula Umaña
La industria alimentaria se enfrenta a un grupo de diputados y al Instituto Nacional de Café (Icafe), por un proyecto de ley que busca cambiar la dinámica del sector cafetalero y sus actores, desde los cafetaleros que producen el grano hasta comerciantes que importan materia prima para distintos procesos.
La iniciativa se sigue en el expediente 21.163. Pretende incorporar varias modificaciones a la Ley de Creación del Régimen de Relaciones entre Productores, Beneficiadores y Exportadores de Café. El Poder Ejecutivo convocó el proyecto en la actual sesiones extraordinarias, donde domina la agenda en el Congreso.
Los empresarios reclamaron que la iniciativa encarecería la materia prima para productos derivados del café. Además aseguran que da potestades al Instituto “para limitar, imponer requisitos y controles excesivos, en los procesos de abastecimiento de la materia prima más importante que utilizan los tostadores y torrefactores del grano”.
“Nunca es momento para imponer barreras a la producción industrial. La libertad para el abastecimiento de materias primas que requiere la industria alimentaria es vital para sostener la competitividad”, afirmó Maurizio Musmanni, presidente de la Cámara de la Industria Alimentaria (Cacia).
Sin embargo Cacia no señaló exactamente cómo encarecería productos en la cadena. Según el texto sustitutivo del proyecto 21.163, dictaminado en la Comisión de Agropecuarios de la Asamblea Legislativa, Icafé será el único “ente competente para emitir los certificados de origen y de calidad de café para exportación”.
“Éstos certificados serán los únicos que acreditarán el origen del Café de Costa Rica”, señalaría el artículo 27 de la Ley si se aplica la reforma. También plantea un cambio en la importación y exportación de café:
Artículo 88
Las Aduanas del país no permitirán la exportación de café, sin la previa autorización del Instituto del Café de Costa Rica. Tampoco permitirá la exportación de café de otros orígenes bajo el nombre y con documentos de Café de Costa Rica.
De igual manera, la Aduanas del país no permitirán la importación de café, independientemente de su origen, sin contar con la respectiva nota técnica de importación; lo anterior para evitar la triangulación del producto y resguardar el nombre de Café de Costa Rica.
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Importación del café
Para los industriales el proyecto restringe su acceso a mercados internacionales de materia prima, “a través de potenciales trabas y obstáculos no arancelarios dada la posibilidad de desarrollar una nota técnica por parte del Icafé, que regularía los requisitos para importación del café”.
Mario Montero, vicepresidente de Cacia, se quejó del rol que tendría el Icafé como único certificador de la calidad.
“Cuando vemos que un actor de la agrocadena quiere ser el que emite certificados de calidad del eslabón industrial ahí vemos cambios orientados a obstruir el proceso de abastecimiento de materias primas. (…) El Icafé es una entidad cuyo sistema de gobernanza está construido para que sea el sector primario el que tenga el control político”, reiteró.
La directora Ejecutiva del Icafé, Xinia Chaves, rebatió que cualquier torrefactor o comerciante puede importar café del destino que desee, pues la institución solo busca conocer el origen del producto.
“No solamente el café de Costa Rica tiene derecho a saberlo, si no también el consumidor”, indicó Chaves.
Como indicaría el artículo 88 con la reforma, las aduanas del país no permitirán la exportación de café sin la previa autorización del Instituto; ni de café de otros orígenes bajo el nombre y con documentos de “Café de Costa Rica”.
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Icafé defiende trazabilidad
El Instituto defendió que el plan mejorará los alcances del grano costarricense en el mercado. (Icafé)
Chaves, aseguró que la iniciativa fortalecería las maneras en las que el café costarricense puede alcanzar espacios de mayor diferenciación del mercado, con una relación directa entre quién produce el café y quién lo está consumiendo.
“La reacción de Cacia nos parece lógica pues es la defensa de sus intereses. Pero la rechazamos rotundamente porque de ninguna manera se pretende construir una barrera ni mucho menos limitar la oportunidad de comercio”, dijo Chaves del plan.
“Lo que nosotros con esta modificación a la ley estamos requiriendo es garantizar la transparencia y trazabilidad de ese café. Ellos no van a hacer ninguna inversión adicional. Simplemente lo que estamos requiriendo es saber el origen de ese café que se importa y dónde se tuestan y muelen”, indicó Chaves.
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Tostadores en disputa, diputada critica a Cacia
Según José Manuel Hernando, presidente de la Cámara Nacional de Tostadores de Café, prefieren abastecerse de materia prima en el país, pero el grano es cada vez menos disponible y más caro.
“Pagar solamente los altos precios de la producción nacional del grano no es viable para ofrecer alternativas al consumidor y competir con todas las opciones que el mercado abierto hoy genera, ni tampoco para la sostenibilidad económica de nuestra industria procesadora, ni es pagable por la gran mayoría de los consumidores nacionales”, dijo.
La diputada liberacionista Paola Valladares, quien impulsa el proyecto, aseguró que el comunicado de Cacia “está lleno de falacias”.
“La ley lo que busca es garantizar al consumidor el verdadero origen del café de Costa Rica tanto a nivel nacional como a nivel internacional. O sea, delimitar de dónde procede el café que llega a la mesa”, indicó Valladares.
De acuerdo con la verdiblanca, el proyecto busca impulsar nuevos modelos de comercialización del grano, a través de un esquema de sostenibilidad y trazabilidad.
Chaves cuestionó las declaraciones de Hernando, pues según la directora de Icafé, el representante de la industria tostadora de café había avalado el proyecto, cuando se analizó en la junta directiva de la institución.
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Paula Umaña
Un viaje diario entre palabras, versiones, hechos y verdades. Una periodista en constante aprendizaje, con el sueño de ser bióloga marina y sumergirse en las historias más profundas del gigante acuático.
