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Nicoya recibe, entre música y retahílas, su Templo de San Blas ya restaurado

A las 6:30 p.m. de hoy miércoles, la comunidad de Nicoya recibirá de forma oficial su templo de San Blas…

Por Ana María Parra A.

Tiempo de Lectura: 4 minutos
Nicoya recibe, entre música y retahílas, su Templo de San Blas ya restaurado
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A las 6:30 p.m. de hoy miércoles, la comunidad de Nicoya recibirá de forma oficial su templo de San Blas con fase de reforzamiento y restauración ya terminada. La música y el arte del lugar lo celebran.

La ceremonia será un acto protocolario enmarcado en la gira que el presidente de la República, Carlos Alvarado, realiza a Guanacaste con motivo del 195 aniversario de la Incorporación del Partido de Nicoya a Costa Rica.

Es la tercera y última etapa de reforzamiento estructural del edificio patrimonio histórico-arquitectónico, que sufrió varios daños en el terremoto de Sámara del 2012.

En esta tercera etapa, las labores se concentraron en parte del altar, presbiterio y sacristías y se aplicó un novedoso sistema de origen japonés basado en fibras de carbono, que aportaron capacidad de tensión y flexión a las paredes para evitar el derrumbe del edificio ante un eventual terremoto.

Un largo trabajo

Los expertos también trabajaron en los repellos de los muros, en la restauración de los pisos, en impermeabilizar la cúpula sobre el altar, restituir las tejas en el techo, rehabilitar de elementos decorativos e instalar rampas de acceso.

En el documento oficial de esta etapa, el Departamento de Ingeniería del Centro de Patrimonio Cultural detalló que el reforzamiento estructural incluyó la instalación de fibras de carbono de 0,34 milímetros de espesor y 50 centímetros de ancho, ubicadas cada 70 centímetros, tanto en las paredes exteriores como interiores.

Medios de Guanacaste han seguido de cerca el proyecto de esta joya arquitectónica, y han revelado que en esta fase de restauración se crearon ventanas arqueológicas ubicadas en el piso y a un costado del altar.

Estas ventanas permitirán ver rastros históricos de los cuatro siglos en los que ha permanecido el templo en pie: los cimientos de 1644 (XVII); las huellas de un incendio sucedido en el siglo XVIII; la construcción actual que data de mediados del siglo XIX; la restauración realizada entre 1990 y 1994 y los rastros de la más reciente fase de restauración que va del 2015 al actual 2019.

La inversión de esta fase fue de ₡300 millones, incluidos en el Presupuesto de este año del Ministerio de Cultura, dentro de una erogación total de ₡674 millones sumando las dos anteriores fases desde el 2015.

Los trabajos son responsabilidad del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural.

Con la Sinfónica Municipal

El acto de entrega del proyecto tendrá un lado sonoro y muy autóctono: habrá un video mapping, la presencia de retahiías a cargo de Farid Pilón Nema y un concierto a cargo de la Banda Sinfónica Municipal de Nicoya.

Tras el acto protocolario que incluye discursos y cortes de cintas, la Banda Sinfónica Municipal de Nicoya dará un concierto de entre 20 y 30 minutos de duración con un repertorio nutrido de obras de compositores de la zona y referentes a la región de Guanacaste.

Será entonces que en las manos de la Banda se repasarán creaciones de Adán Guevara, Jesús Bonilla, Héctor Zúñiga y Saturnino Cubillo, entre otros compositores.

Para muestra un botón. La Banda interpretará, por ejemplo, el medley “Guanacaste por siempre” que incluye las composiciones “El burro de Chilo”, “Pampa” y “Espíritu Guanacasteco”. La breve compilación es fruto del trabajo y arreglos de José Luis Guevara, director de la Banda.

También sonará el mosaico “Amores guanacastecos” donde se escucharán composiciones como “Amor de temporada”, “El huellón de la carreta” -de Héctor Zúñiga-, “Morena linda” y “Nayuribe”.

La Banda Sinfónica Municipal de Nicoya estará conformada esta noche por entre 35 y 40 músicos. Este 2019 la formación cumple 100 años edad, y en ella participan músicos de 15 a 60 años.

Historias que se cruzan

Los vínculos entre el templo de San Blas y sus habitantes son de larga edad y profunda raíz. El mismo director de la Banda Sinfónica Municipal de Nicoya lo sabe en carne propia.

Su abuelo, Guadalupe Mora Jiménez y toda una figura en Nicoya, estuvo vinculado al Templo de San Blas, durante gran parte de sus 82 años -falleció en el 2005-.

“Mi abuelo cuidó por años ese templo. Significó mucho para él porque fue sacristán ahí, lo cuidó por cerca de 50 años”, contó a El Observador José Luis Guevara.

Don Lupe Mora, fue uno de los primeros ministros laicos de la palabra y de la sagrada comunión del país y estuvo al servicio de la parroquia cerca de 60 años.

Y de su abuelo, el director de la Banda heredó el aprecio por el templo. “El templo significa mucho para mí también porque ahí comencé mi trabajo en la música en los años 80”, confesó.

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