Christine Jenkins Tanzi
Desde el 2015 el Ministerio de Hacienda le advirtió a los diputados que el impuesto a la propiedad de los vehículos, el principal componente del marchamo, se iba a “disparar” debido a la fórmula establecida por ley.
Sin embargo, el efecto no se debe al valor fiscal de los carros, sino más bien por la tabla de con el porcentaje de impuestos que se cobra sobre ese valor.
La tasa más alta del impuesto del 3,5% aplicaba solo para los carros con valores por encima de ¢10,3 millones en el 2009. Empero, para el 2020 los carros empezaron a pagar esa tarifa desde los ¢4,7 millones.
El problema se debe a que la fórmula del impuesto se había diseñado desde 1987 durante una época de alta inflación, cuando los precios al consumidor aumentaban entre un 15% y un 20% cada año, explicó Fernando Rodríguez, entonces viceministro de Ingresos.
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Con la caída en la inflación durante los últimos años, los valores incluso han llegado a ser negativos. Como resultado, el valor más alto del impuesto se aplica cada año a carros de menor valor.
Rodríguez sugirió un cambio en la sesión del 26 de noviembre del 2015 con los diputados de la Comisión para el Control del Ingreso y el Gasto Públicos.
“Si no ajustamos estos tramos, van a terminar llegando a cero, o a montos mínimos, y la gente va a terminar pagando todos por una parte muy importante del valor de su vehículo, un 3,5% de impuesto. Eso sí va a disparar los montos a pagar de todo el mundo”, advirtió Rodríguez.
Sin embargo, desde entonces no se ha avanzando para reformar la ley que hace 33 años introdujo el impuesto a la propiedad de vehículos.
En este momento, los diputados de varias fracciones legislativas están estudiando propuestas para rebajar el marchamo para el 2021. La medida sería limitada a este año de pandemia y no ajustaría la fórmula.
Impuesto se “dispara”
El problema viene del índice de valuación del Impuesto a la Propiedad de Vehículos, que se usa tanto para la tabla del impuesto como el valor fiscal de los carros.
Según la ley, este índice debe tomar en cuenta tres variables: la inflación, una depreciación fija del 10% por año y la carga tributaria a la importación de vehículos (esta se mantiene casi invariable durante los últimos años).
En el caso del marchamo del 2020, la inflación fue de un 2,86% en agosto con respecto al año anterior. A esto se le resta la tasa de depreciación anual del 10%, con lo que el índice de valuación queda en -7,14%.
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Debido a que este número es negativo, se redujeron todos los valores de la tabla de impuestos.
Este efecto se ha venido acumulando, con los tramos “achicándose” cada año. Por eso, para el 2020, un carro con un valor de ¢10 millones pagaba ¢302 mil de impuesto en el marchamo. Sin embargo, con los tramos de la tabla del 2009, un carro de ese valor pagaría solo ¢214 mil, unos ¢89 mil menos.
Advertencia sin avance
Los funcionarios de Hacienda advirtieron que se tenía que cambiar la manera de aplicar este índice, en una sesión del 2015 con los entonces diputados Mario Redondo, Jorge Arguedas, Otto Guevara, Ottón Solís, Epsy Campbell y Antonio Álvarez Desanti.
Rodríguez, exviceministro de Ingresos, explicó que el índice tiene en realidad un efecto doble. La Ley 7088 de 1987 establece que los valores de los vehículos, asimismo como los montos de la tabla de impuestos, se actualizarán con el índice de valuación.
“Ese indice se aplica por igual a los valores de los carros, salvo que haya alguna otra cosa que haga que el valor suba como por efectos de precios de mercado, y se le aplica a los valores de la tabla de impuestos”, explicó el exviceministro en una entrevista con El Observador.
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“No es que va a quedar pagando más que el año pasado: eso no va a pasar, porque también los valores bajan. Pero ese ajuste en los tramos hace que la gente no sienta tanto el beneficio de la reducción del valor fiscal a la hora de pagar el impuesto”, explicó.
Sin embargo, la audiencia del 2015 se enfocaba en un estudio de mercado que actualizó los valores en algunos casos al alza, generando dudas en ese momento.
El acta de noviembre 2015 también muestra que el entonces ministro de Hacienda, Helio Fallas, pospuso una solución. En esa sesión, el diputado Gonzalo Ramírez le pidió si para diciembre se podría presentar un proyecto para rebajar el pago del marchamo.
“Sí, pero yo no soy ‘colacho’ (..) sería un proyecto para verlo a futuro; porque en realidad, viéndolo francamente, no viendo la parte política, hay que verlo con mucho cuidado por los posibles efectos que puede tener sobre el déficit fiscal”, advirtió Fallas.
Reducción de marchamo
Dentro de Hacienda, se habló de proponer que la tabla de impuesto se ajustara solo por inflación, para que reflejen los valores en términos reales. Con eso, los tramos dejarían de tener grandes variaciones en años de baja o nula inflación, como sí pasa hoy, según Rodríguez.
Por otro lado, se quiso en el 2017 incorporar una recomendación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), tomando en cuenta la contaminación potencial. El valor fiscal de los carros más viejos actualmente se termina reduciendo rápidamente, según Rodríguez.
Sin embargo, Hacienda no llegó a redactar un proyecto en ese momento, según Rodríguez porque no encontraron un ambiente para avanzar con los cambios que querían.
“Empezamos a trabajar en una propuesta y la Asamblea iba por otro lado. Nos dio temor abrir ese frente y que se aprobara algo que mas bien perjudicara al fisco”, de acuerdo con el economista.
“Ha sido la costumbre: cada vez que viene el cobro del famoso marchamo se habla del impuesto a la propiedad. Desgraciadamente, hace bulla en ese momento y después todo se desvanece. No se sigue analizando”, dijo Rodríguez.
Por su parte, Mario Redondo, entonces presidente de la Comisión, explicó que los diputados se concentraban en el estudio de mercado que aumentó el valor de algunos carros para el 2015. Para ese momento la comisión también avanzaba en otros temas de fiscalización y denuncias de nombramientos.
Sin embargo, Redondo sí consideró que se debe avanzar en el tema de ajustar el marchamo y hacer más gradual los tramos.
Además, Otto Guevara, diputado miembro de la Comisión durante la discusión, confirmó que se centraron también en que Hacienda no publicaba los valores fiscales con antelación. Sin embargo, Guevara dijo que presentó una primera acción de inconstitucionalidad en contra del impuesto que no avanzó.
Durante los próximos meses planea volver a cuestionarlo ante la Sala Constitucional.
Valores estimados
En esa audiencia del 2015, Álvaro Jara, asesor tributario de Hacienda, también explicó que la Administración Tributaria ajusta los valores según las clase tributarias.
“Si yo tengo un vehículo –vamos a referir sin ninguna publicidad – Toyota, Rav4 del año, que se está comercializando 2016, ese vehículo tiene 11 variables: transmisión, tipo extras, centimetraje, tracción. Todas esas variables difieren ese valor de referencia”, dijo Jara, según las actas de la sesión.
Existen alrededor de unas 47.000 clases tributarias que se actualizan por la valoración individual de los carros nuevos, los ajustes de reclamos así como el índice de valuación. A partir de eso se determina el valor fiscal de las alrededor de 2,5 millones placas.
“Conocemos la parte técnica y hemos tratado de que el país como un todo, tenga especialistas en la parte de valuación y hemos definido los valores. Estadísticamente se justifican algunos que se nos salen, esa es la parte del reclamo”, agregó.
Durante las últimas semanas al acercarse el marchamo del 2021, los cuestionamientos sobre un supuesto aumento del valor fiscal de los carros colmaron las redes sociales.
Las dudas surgieron precisamente a partir de una publicación del diputado, Roberto Thompson, el 11 de octubre, en la que cuestionó que un ajuste a los valores fiscales se aplicó el día después de que avanzara un proyecto de ley que pretende reducir el pago del marchamo.
Las personas afectadas señalan como prueba una tabla como la siguiente, que se consigue a partir de la clase del carro en la página de Auto Valor del Ministerio de Hacienda:
Sin embargo, estas tablas lo que muestran más bien es el valor fiscal según el año o el modelo, para un mismo tipo de carro; en este ejemplo es un Toyota Yaris gasolina, con transmisión automática, cabina sencilla y 4×2.
Entonces, un carro con esas características modelo 2021, tiene un valor fiscal de ¢10,65 millones, pero uno del año 2020 tendría una valor de ¢9,3 millones.
Es decir, un carro de ese mismo estilo tiene un valor fiscal un 13% menor por ser un modelo más viejo.
https://observador.cr/como-revisar-paso-a-paso-si-el-valor-fiscal-de-su-carro-aumentara-para-el-marchamo-de-este-ano/
Christine Jenkins Tanzi
