Redacción El Observador
Grupo Vargas, empresa seleccionada por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) para la fabricación de caretas sanitarias que se utilizan contra el coronavirus, contrató a 50 personas que estarán metidas de lleno en la fabricación y entrega de este artículo.
Este grupo trabaja dividido en dos turnos para entregar miles de caretas semanales, tanto a la Caja como al sector privado y público en general.
“Con estas contrataciones Grupo Vargas, llega hoy a tener 255 trabajadores, 205 siguen dedicados a la operación regular de la empresa y 50 al proyecto de caretas; para esta semana estaremos contratando pequeñas industrias de costura (Mipymes) para hacer las caretas cosidas”, informó Marco Vinicio Vargas, director de Proyectos de Grupo Vargas.
“Para nosotros tener a cargo este proyecto y saber que podemos aportar un granito de arena a la lucha del COVID-19 nos llena de orgullo; la mayoría de los que trabajamos aquí somos de Barrio Cuba, somos vecinos de la planta y generar oportunidades de trabajo en tiempos difÍciles es una bendición”, señaló Míriam Rojas, supervisora de Grupo Vargas.
Layin Díaz, nueva colaboradora de Grupo Vargas, es una de las personas que estuvo sin trabajo por 15 días al ser despedida de su anterior trabajo a causa de la pandemia.
Esta mujer de 27 años, madre de dos niños asmáticos y vecina de Barrio Cuba, contó que para ella “ser parte del equipo del proyecto de caretas sanitarias es un privilegio, y lograr reincorporarse a un trabajo en 15 días que necesitaba muchísimo fue una gran alegría”.
“Necesito trabajar y al mismo tiempo cuidarnos mucho, porque mis hijos son de riesgo por el asma, pero aquí cumplimos con todos los protocolos; tener trabajo en este momento es una gran bendición”, explicó Díaz.
Empresa privada sigue sosteniendo el empleo
La emergencia sanitaria causada por el coronavirus abrió un escenario impensado para el sector empresarial costarricense. Hasta antes de la crisis las compañías privadas tienen en sus espaldas la generación del 86% del empleo en el país.
El viernes el Ministerio de Trabajo reportó que unas 4.500 empresas solicitaron la suspensión temporal o la reducción de las jornadas laborales para sus colaboradores.
Esto sin contar con aquellas que no han logrado realizar el trámite, tal y como lo denunció Álvaro Sáenz, presidente de la Unión Costarricense de Cámaras (Uccaep), por lo que estima que el número de firmas afectadas por la crisis es mucho mayor.
A pesar del panorama, empresas pequeñas y grandes no solo sostienen sus operaciones, sino que no han despedido a sus colaboradores. Otras optaron por suspender los contratos o reducir las jornadas con tal de no despedir a su personal. Y hay algunas que hasta han abierto nuevas plazas de trabajo.
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Muchas compañías donaron parte de su producción y hasta recursos económicos a organizaciones, grupos y asociaciones sin fines de lucro, que atienden a cientos de personas en vulnerabilidad.
El Observador ha recogido numerosos casos de compañías que han donado alimentos, a pesar de que sus ventas se han caído drásticamente, por el bajo consumo interno como por el cierre de sus mercados internacionales.
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Empresas como Purdy Motor, Portafolio Inmobiliario, Grupo Monge, Reserva Conchal, Hotel Dreams Las Mareas y Heinz son algunas de las que han arropado a su personal y realizado donaciones.
Monge donó los electrodomésticos y mobiliario de un salón del hospital destinado a la atención de pacientes leves y moderados con coronavirus, así como seis lavadoras al Ministerio de Seguridad.
Heinz entregó 70.000 colados a grupos de bien social. Purdy fue una de las firmas que apoyó una iniciativa privada para recaudar fondos para la compra de equipo y kits con pruebas para la detección del virus.
