(Nuevo México). El multimillonario británico Richard Branson aterrizó el domingo, sin contratiempos, en Nuevo México, en el suroeste de Estados Unidos. Esto, tras pasar unos minutos en la frontera del espacio a bordo de una nave de su empresa Virgin Galactic, un viaje con el que siempre había soñado y un hito para el turismo espacial.
“Una experiencia única en la vida” comentó Branson poco antes de volver a la Tierra y convertirse en el primer multimillonario en viajar al espacio en una nave desarrollada por una empresa que él mismo fundó, adelantándose así a Jeff Bezos, que espera conseguir el mismo hito el 20 de julio.
El viaje
La nave VSS Unity, que también transportaba a dos pilotos y otros tres pasajeros, aterrizó en una pista de la base aérea Spaceport America aproximadamente a las 10:40 a. m., hora local y de Costa Rica.
Branson tuvo una misión precisa durante su viaje: probar y evaluar la experiencia que vivirán sus futuros clientes.
Otros multimillonarios ya han estado en el espacio en la década de 2000, pero a bordo de cohetes rusos.
Elon Musk, fundador de SpaceX y gran rival de Bezos, estuvo presente en el evento de este domingo para apoyar a Branson.
Tras leves demoras por condiciones meteorológicas, un enorme avión que transportaba la nave espacial realizó un despegue horizontal desde la base Spaceport America alrededor de las 8:40 a. m., hora de Nuevo México.
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Y una vez que alcanzó unos 15 kilómetros de altura, la nave se desprendió e inició un ascenso supersónico, hasta superar los 80 km de altitud, el punto establecido en Estados Unidos para la frontera espacial.
Una vez apagado el motor, los pasajeros pudieron desprenderse de sus asientos y flotar durante unos minutos en ingravidez, admirando la curvatura de la Tierra desde una de las 12 ventanas de la cabina.
Tras alcanzar una altitud de unos 90 km, la nave volvió a descender.
¿Turismo espacial?
Después del domingo, Virgin Galactic prevé dos vuelos más de prueba, para luego iniciar operaciones comerciales regulares para principios de 2022. Y, a largo plazo, pretende realizar 400 vuelos al año desde Spaceport America.
Unos 600 boletos ya han sido vendidos a personas de 60 países por un precio de entre 200.000 y 250.000 dólares.
Aunque Branson siga repitiendo que “el espacio es de todos”, la aventura sigue estando al alcance de unos pocos privilegiados.
“Cuando regrese (del espacio), anunciaré algo muy emocionante para que más personas puedan convertirse en astronautas”, prometió antes de ir al espacio.
La competencia en el sector del turismo espacial, cuyo inminente inicio se viene anunciando desde hace años, se aceleró vertiginosamente este mes: el hombre más rico del mundo, Jeff Bezos, también tiene previsto surcar los cielos el 20 de julio con su propio cohete, bautizado New Shepard y desarrollado por su empresa Blue Origin.
La firma esgrimió el viernes sus méritos frente a los de Virgin Galactic. Este domingo, no obstante, Bezos le deseó a Richard Branson “un vuelo exitoso” en su cuenta de Instagram.