La negativa de Welmer Ramos a abandonar su cargo puso a sus compañeros de fracción en una encrucijada.
Los diputados oficialistas solicitaron a Ramos presentar su renuncia tras ser acusado de un posible tráfico de influencias por la Procuraduría de la Ética Pública (PEP), pero recibieron una respuesta contundente: “Welmer no se va”.
Ahora, los legisladores de Gobierno deberán decidir cómo proceder con él.
Sin protocolo claro
Según la jefa de fracción de Acción Ciudadana, Nielsen Pérez, aún no se pueden adelantar las acciones a tomar pues no existe una normativa que determine la forma de proceder.
Por ello, la bancada se reunirá el próximo lunes para analizar el caso y definir las acciones a tomar.
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“A partir de ahí se tendrá una hoja de ruta al respecto”, señaló Perez.
Consultada al respecto, la coordinadora indicó que la fracción posee consenso en su crítica a Ramos, quien incluso ha amenazado con convertirse en diputado independiente.
Ramos se niega a renunciar
Según la PEP, en su época como Ministro de Economía, Ramos habría intercedido en favor del importador de cemento chino Juan Carlos Bolaños.
Por esa razón, la Procuraduría lo denunció ante la Fiscalía por un supuesto delito de tráfico de influencias.
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Aunque el campaña Ramos había prometido que dejaría su curul si era señalado en el proceso, alegó que se trataba apenas de una acusación y no de una sentencia, por lo que seguirá en su silla.
Con tal decisión contravino a lo pedido por el presidente Carlos Alvarado, su fracción y otras agrupaciones políticas como Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana.