Rodrigo Díaz
La futbolista hondureña Katherine Rodríguez se encuentra en los últimos días de su fase de recuperación y se espera que el 15 de enero regrese a Costa Rica para incorporarse a su equipo Dimas Escazú.
Rodríguez fue operada en su país con el fin de extirparle un quiste en un ovario, el cual ya tenía un tamaño de 7 centímetros, y que podría generarle una mayor afectación en su salud.
Debido a que se dio cuenta del tumor cuando se encontraba en Honduras, decidió no perder tiempo y se hizo la operación de inmediato.
Para ello recurrió, al apoyo de su familia. Sin embargo, debido al costo de la operación ($1.300) utilizó sus redes sociales para pedir donaciones.
El apoyo fue tal que en apenas dos días logró el monto necesario y pudo operarse el pasado 11 de diciembre. Ella será dada de alta el 11 de enero y una semana después viajaría a nuestro país.
Rodríguez reconoció que la acción de solicitar donaciones la hizo a título personal y sin consultar con el club, el cual desconocía de su problema de salud.
Katherine sentía dolores desde hace meses, pero no habló de su problema mientras estuvo con Dimas. En noviembre partió a tierras hondureñas para incorporarse a su selección, y luego disfrutar de unas vacaciones.
Fue en ese momento que decidió hacerse los exámenes donde descubrió el quiste.
“Me sentía que estaba en mi mejor momento, cuesta llegar a ese ritmo y mantenerlo para ser parte del equipo titular. Creo que por eso me descuidé y no quise ir al médico”, reconoció Rodríguez.
Jugadora está protegida
Del lado de Dimas, se pusieron de inmediato a disposición de la mediocampista para apoyarla en caso de que no lograra los fondos necesarios, explicó Jessica Vargas, presidenta de Dimas Escazú.
Vargas señaló que en el equipo existe un protocolo en el que antes y después de un partido, las futbolistas deben notificar al cuerpo médico se tienen alguna molestia, y a partir, de ahí, se les refiere con el especialista respectivo.
Las jugadoras están debidamente aseguradas ante la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y adscritas al área de salud respectiva para su atención básica. Para ello, el club les financia sus estudios, por lo cual, al ser estudiantes, están protegidas por la seguridad social.
Aparte de ello, las futbolistas de Dimas están cubiertas por una póliza del Instituto Nacional de Seguros (INS), para el caso de lesiones graves.
Y más allá de eso, la propia familia Vargas, que son los administradores del equipo, se encargan de sufragar los gastos de una atención privada en caso de que sea necesario.
Vargas recordó que recientemente, el club llevó a una jugadora de emergencia a la Clínica Bíblica, sufragando la atención requerida en ese momento.
Añadió que en el caso de Rodríguez, de haber reportado el caso en el país, se hubieran tomado todas las medidas acá.
“Lo ocurrido con Katherine es una enseñanza para todos. A los deportistas les recomiendo que siempre escuchen a su cuerpo, y cuando sientan algo extraño o se sientan mal, que por favor se lo avisen al cuerpo médico y así poderles ayudar”, señaló la doctora Andrea Peña, médica del equipo.
La jugadora coincidió con la especialista y señaló que es importante hacer conciencia que lo primero es la salud de la persona.
Programa Residencia
El apoyo que se le brinda a Katherine Rodríguez y otras jugadoras se basa en el Programa Académico Residencia.
Un grupo de 10 o 12 jugadoras, la mayoría de fuera del Gran Área Metropolitana, reciben una beca 100% para que puedan continuar con sus estudios.
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Además, ellas residen en una casa club donde reciben la manutención y tienen las condiciones básicas para continuar con su vida futbolística y académica.
El proyecto se financia con recursos propios de la familia Vargas, pero también se busca el apoyo de patrocinadores y otros donadores, con el fin de que estas futbolistas continúen su carrera deportiva.
Rodrigo Díaz
