Paulo Villalobos
El Ministerio Público terminó la redacción de la acusación contra un hombre de apellidos Villagra Martínez;,sospechoso de 323 delitos de estafa con los proyectos inmobiliarios Casas Vita. Con la acusación lista, podrá solicitará la apertura de un juicio.
Mediante un comunicado de prensa esta tarde, la Fiscalía Adjunta de Fraudes informó la finalización de ese proceso.
Además señaló que también acusará a una mujer de apellidos Vargas Solano, vinculada a la autoría de “algunas” de las aparentes estafas. El caso se tramita bajo el expediente 17-000354-1220-PE.
Durante los últimos dos años, el Ministerio Público investigó si el empresario recibió pagos de las víctimas, para la compra de apartamentos y casas que, en apariencia, nunca se entregaron.
Por este caso, el órgano acusador recibió denuncias que establecieron montos presuntamente defraudados desde los $5.000 y $400.000.
¿Qué sigue?
Para avanzar ahora el Ministerio Público deberá contactar a los afectados, para determinar si están interesados en constituirse como querellantes.
Una vez que son notificados, los ofendidos tienen tres días para decidir si optarán por esa posibilidad o no. Así podrían por medio de un abogado, adherirse al proceso.
También los habilitaría para presentar una acción civil resarcitoria, con la que podrían reclamar un monto económico por daños y perjuicios. En caso de aspirar a esa medida, la parte tendrá 10 días para suministrar los documentos.
Una vez cumplidos esos periodos, la Fiscalía deberá enviar la acusación junto a los eventuales reclamos de las víctimas al Juzgado Penal del I Circuito Judicial.
La sede jurisdiccional deberá entonces programar una audiencia preliminar, en la que estudiará la prueba disponible; escuchará el descargo del imputado; y definirá si el caso se elevará a debate oral y público.
Allanamiento y captura
Villagra Martínez, de 35 años, permanece detenido en prisión preventiva desde el 10 de agosto de 2018.
Ese día, el empresario pretendía dejar el país por el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría en Alajuela, donde se registró una alerta.
Para ese momento, era sospechoso de la mitad de los cargos por los que ahora será acusado.
Esa era la segunda oportunidad en la que se capturaba al encartado. La primera se dio el 21 de mayo de ese año, un día antes del allanamiento de las oficinas de la inmobiliaria en Santa Ana y La Guácima; así como en dos casas en Santa Ana y Escazú, y el despacho de un abogado en Heredia.
La detención se dio cuando Villagra Martínez se apersonó para rendir declaración indagatoria. Sin embargo un juez optó por mantener libre al empresario, y el fiscal a cargo del caso, decidió no apelar esa decisión.
Paulo Villalobos
