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Falta de energía, aislamiento permanente… pueden ser las alertas de que su hijo está deprimido

Las emociones muy planas y una apatía total a cualquier actividad que se presente, puede ser un signo de depresión,…

Por Elizabeth Rodríguez

Tiempo de Lectura: 4 minutos
Falta de energía, aislamiento permanente… pueden ser las alertas de que su hijo está deprimido
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Las emociones muy planas y una apatía total a cualquier actividad que se presente, puede ser un signo de depresión, tanto en niños como en adolescentes.

Así mismo los cambios drásticos de humor, “cualquier cosa que le digo le molesta”, deben encender alertas sobre la salud emocional de los menores de la casa.

En niños en edad preescolar, la ausencia de conductas esperadas, como interés en el juego, la curiosidad, el movimiento y la inagotable energía, son también una oportunidad para replantearse cómo sus canalizar sentimientos y emociones.

“Existe un cansancio y una sintomatología generalizada normal debido al confinamiento que entra dentro de lo esperable; los vínculos requieren espacios de soledad a ratitos también”, aseguró Adriana Vindas, vocera del Colegio de Profesionales en Psicología.

Sin embargo, la necesidad permanente de aislamiento dentro de la casa y el no interesarse por conectarse a clases, ni interactuar con los amigos por medio de plataformas digitales, no son conductas esperadas.

Los padres de familia, agregó Vindas, también deben encontrar un balance para no sofocar a sus hijos y dejarles tener sus espacios personales.

Ciclo vital

Los niños más pequeños demandan más presencia de los adultos; jóvenes en edad escolar bajan un poco esa necesidad de vínculo, la cual prácticamente desaparece en la adolescencia.

“Entendiendo el ciclo vital y la necesidad de vínculo podemos entender qué es esperado y qué no. Un adolescente que de pronto esté pidiendo que estén encima de él, no va acorde con lo que se espera a su desarrollo evolutivo”, enfatizó la especialista.

Y es que estar deprimido, señaló, no siempre es estar acostado; también puede mezclarse con conductas agresivas, llantos fuertes, o una constante irritabilidad.

Datos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) mostraron la alarmante cifra de 77 mil personas han requerido de atención psicológica desde el inicio de la pandemia por covid-19. La razón de estas consultas fue a causa del estrés y la depresión.

OBSERVE MAS: Ansiedad es la causa más común de consulta psicológica en menores ante pandemia

¿Qué hacer ante una alerta por depresión?

Ante una idea suicida o comentarios que involucren la autoeliminación, siempre se debe escuchar al jóven, por más ligera que haya sido la expresión.

“Cuestiones como ‘ya no quiero vivir más’, ‘ya no soporto el mundo’, la escucha debe ser prioritaria ante cualquier indicador que hable del no desear vivir”, añadió Vindas.

Si se suman conductas como dormir mucho, no comer o hasta drogarse, el autolesionarse físicamente ya amerita de una atención inmediata.

“La unidad de emergencias del Hospital Nacional Psiquiátrico funciona las 24 horas. Existe la unidad infanto-juvenil en la cual valoran al chico y determinan los pasos a seguir”, aseguró la psicóloga.

Espacios en casa

Bajo parámetros “normales” de cansancio al encierro, Vindas recomendó crear un espacio de paz. Esto conforma un lugar especial en la casa, que sea el favorito del menor, donde pueda sentirse tranquilo.

“Este espacio de paz es además un código para los otros miembros de la familia que muestra, sin necesidad de comunicar, cuándo necesitamos una pausa”, continuó Vindas.

Se recomienda involucrar, en la medida de lo posible, una zona para jugar con agua, plasticina o legos, ya que ayuda a canalizar emociones y soltar energía.

Así mismo se puede explorar la creatividad llevando, a este espacio de paz, técnicas artísticas como pintura, escritura o dibujo.

“Una bola que puedan patear, espacios para correr, pegarle a una almohada, rayar una hoja hasta casi que romperla… cualquier técnica de involucre sacar energía y canalizar emociones, es siempre bienvenida”, concluyó Vindas.

Guía para adolescentes

Si el cierre de las escuelas y los titulares alarmantes angustian, este no es un sentimiento inusual. De hecho, lo normal es que sentirse así. “La ansiedad es una función normal y saludable que nos alerta de peligros y nos ayuda a tomar medidas para protegernos”, dice la psicóloga experta en adolescentes Lisa Damour.

En el documento guía para adolescentes de Unicef señalar que es importante:

  • Reconocer que es normal sentirse ansioso o ansiosa.
  • Centrarse en sí mismo y pensar que se puede hacer para distraerse
  • Pensar en nuevas formas de conectarse con los amigos
  • Sentir e identificar las emociones. Te puede preocupar no saber cuánto tiempo puede durar esta crisis o cuánto tiempo tendremos que estar en cuarentena. También te puede producir angustia el no saber cuáles serán exactamente las consecuencias de ésta situación, en el trabajo de tu familia o en la vida de las personas más adultas de tu comunidad. Es normal que sientas tristeza o de inquietud durante este tiempo.
  • Ser amable con uno mismo y con los demás. Nunca aceptar la violencia. La violencia nunca es una respuesta adecuada a las diferencias de opinión, al estrés o a otro factor.

Asimismo, para sentirse mejor, recomienda establecer y mantener horarios, participar en las tareas del hogar y hacer un plan de convivencia familiar que incluya cómo usar los espacios comunes de la casa e identificar situaciones que generan tensión.

Recordar la necesidad de  tener espacio y tiempo personal. Incluir actividades diarias para la mente, el cuerpo y el espíritu.

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