Portada

Falta de apertura traba aprobación de pruebas diagnósticas COVID de la UCR

Costa Rica necesita recuperar la trazabilidad del virus de la COVID-19. La única forma de controlar el contagio, antes de…

Por Elizabeth Rodríguez

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Falta de apertura traba aprobación de pruebas diagnósticas COVID de la UCR
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Costa Rica necesita recuperar la trazabilidad del virus de la COVID-19. La única forma de controlar el contagio, antes de encontrar una vacuna, es realizar pruebas diagnósticas con un costo accesible y sin tanto equipamiento como se ha estado haciendo hasta ahora.

Así lo explicaron Andrés Gatica, profesor de la Escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica (UCR), y su compañero de proyecto German Madrigal, director del Instituto de Investigaciones Farmacéuticas (Inifar). Ambos reconocen que la inmediatez es la clave para lograr que Costa Rica supere esta crisis sanitaria con la mayor rapidez.

“Costa Rica está perdiendo competitividad poniendo en riesgo el desarrollo de la actividad económica, porque no hay una técnica que permita darle trazabilidad al virus de manera rápida, sencilla y barata que les permita continuar brindando sus servicios”, aseguró Gatica.

Este proyecto propone utilizar la prueba LAMP de la UCR como complemento a las conocidas PCR en tiempo real para agilizar el proceso diagnóstico y evitar que una persona sospechosa espere hasta cinco días para ser notificada y se le entregue una orden de aislamiento.

Beneficios de la prueba

La prueba LAMP es una prueba molecular que detecta el material genético del virus mediante una amplificación isotérmica. La muestra se calienta a 65 grados centígrados, utilizando un “baño maría”, y al haber un cambio de color en la solución del pH se detecta la presencia o ausencia del virus.

Este diagnóstico no requiere de equipos caros, como termocicladores, en comparación a la prueba PCR en tiempo real. Al inactivar el virus, se libera el material genético sin necesidad de tener un laboratorio con bioseguridad nivel tres.

El resultado se puede obtener en una hora como máximo. Otro beneficio es que estas pueden hacerse a través de la saliva, ya que varios estudios internacionales aseguran que la carga viral en la saliva es mayor comparada al hisopado nasofaringeo que se realiza comúnmente.

Tanto Gatica como Madrigal hacen énfasis en que estas pruebas son complementarias a la PCR, y no sustituyen su uso pero aseguran un rastreo inicial que permite girar órdenes sanitarias de forma instantánea.

“Todavía falta mucha enfermedad en Costa Rica por eso hay que cambiar la estrategia. Llevamos un 1.1% de la población enferma y nunca es demasiado tarde”, aseguró Madrigal.

OBSERVE MAS: Tasa de contagios vuelve a bajar pero no lo suficiente para evitar colapso hospitalario

¿Qué se necesita?

Los científicos de la UCR necesitan que el Ministerio de Salud autorice la validación de las pruebas LAMP en nuestro país. La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés) aprobó estas pruebas hace dos años para detectar casos de influenza.

“Nosotros estamos trabajando en el análisis de validación, y ya tenemos las bacterias y los plásmidos para producir enzimas y el ARN viral sintético que nos sirva de control. Estaríamos realizando una prueba costarricense produciendo todos los insumos a nivel local”, añadió Madrigal.

La nueva estrategia consistiría en empezar por bajar las fuentes de infección en sitios con mucho contagio; ¿cómo? Realizando pruebas masivas entregando resultados a la brevedad posible. Luego ampliar este proceso a todo el territorio, utilizando pruebas “pool”.

La prueba pool consiste en procesar 10 muestras juntas, sin embargo cuando se registre una sola prueba positiva, hay que desarmar todas las muestras y evaluar una por una hasta encontrar la positiva.

“Ahorita no se puede hacer porque no se aprovecharía pero ya cuando la transmisión baje podemos llegar al pooling, y así agilizar y maximizar tanto los recursos como el tiempo”, detalló Madrigal.

OBSERVE MAS: Costa Rica abandona testeos masivos, una de las máximas recomendaciones contra COVID-19

Esfuerzo nacional

Un grupo de alrededor de 20 investigadores de diferentes unidades académicas, entre ellas la UCR, el Tecnológico de Costa Rica (TEC), y la Universidad Nacional (UNA), se unió con el fin de abordar la detección del virus en nuestro país.

Sin embargo, el financiamiento y el recorte presupuestario que ha conllevado la misma crisis, hace imposible que estos científicos puedan aportar su grano de arena en la recuperación de la trazabilidad de la COVID-19 que ya cobró la vida de casi 800 personas en Costa Rica.

“Lo que pasa aquí es un doble discurso; salen a decir que apoyan al talento nacional pero en la práctica no se está aplicando. Desde el primer caso detectado en Costa Rica nos acercamos a las autoridades y es hasta ahora que hemos recibido un poco de apertura para mostrar nuestro proyecto”, aseguró Madrigal.

Desde la Escuela de Biología y el Inifar se han tomado los recursos que se han podido para continuar con el proyecto. “No nos hemos detenido porque sabemos la importancia y el apoyo que podemos brindarle a las autoridades nacionales. No sólo para la COVID-19 sino para el futuro, y a corto plazo, poder cambiar las políticas en salud”, retomó el director del Inifar.

Dentro del proyecto trabajan farmacéuticos, biólogos, microbiólogos, matemáticos, economistas, comunicadores, enfermos, médicos y estadísticos. El plan es desarrollar una aplicación que pueda transmitir en tiempo real los resultados, emitir órdenes sanitarias, así como consejos para el paciente y sus contactos.

“Quisimos jugar de país desarrollado sin ser un país desarrollado. Sacrificamos la parte sanitaria por un tema de falta de conocimiento sobre las innovaciones en tecnología”, concluyó Madrigal.

OBSERVE MAS: Respiradores hechos por universidades son “plan C” en medio de pandemia