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“Fácil, gratuito, rápido y seguro. Así me vacuné contra covid-19 en Miami”

(Miami). Hasta hace un par de semanas, la vacuna contra covid-19 no estaba entre mis prioridades. Cuidarme y la lejanía…

Por Harold Leandro

Tiempo de Lectura: 3 minutos
“Fácil, gratuito, rápido y seguro. Así me vacuné contra covid-19 en Miami”
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(Miami). Hasta hace un par de semanas, la vacuna contra covid-19 no estaba entre mis prioridades. Cuidarme y la lejanía con personas afectadas servían como escudo, por lo que la pandemia no era percibida como una amenaza directa.

Pero pronto gente conocida, cercana y querida comenzó a contagiarse y, entonces, la preocupación empezó a rondar en mi cabeza.

Fui al Ebais que me corresponde, el de Mata Redonda, y allí me indicaron que ya tenían todos mis datos y que era cuestión de esperar una o dos semanas a que me llamaran.

El tiempo pasó y la preocupación creció. En eso, salió la posibilidad de visitar a unos familiares que viven en Miami a los que hace tiempo no vemos y decidimos hacer el viaje, pues las medidas sanitarias lo permitían.

Días antes de tomar el vuelo nos enteramos de que en Miami los extranjeros se pueden vacunar, no solo gratis, sino que con un procedimiento rápido y sencillo.

Sé que en Costa Rica ofrecen “toures” que incluyen tiquete aéreo, hotel, desayunos y vacuna por cómodos precios, pero esto no fue nunca nuestro objetivo.

La mecánica

Una vez que llegamos al aeropuerto de Miami, el martes pasado, tomamos un carro rentado y nos trasladamos al Dade College’s North Campus (dirección: 11380 NW 17th Ave, Miami, FL 33167).

En la entrada hay una inmensa carpa blanca, algo parecido a un hospital de campaña. Dispone de un inmenso parqueo gratuito como para 500  vehículos pero solo habían unos 60 aparcados.

Tras bajarse del auto, uno se dirige al puesto principal, donde lo recibirá un grupo de voluntarios, todos muy amables y con un chaleco reflexivo de color verde pálido.

Nos indicaron que debíamos hacer una fila en la que habían dos personas, las cuales pronto fueron atendidas y tocó nuestro turno.

Pasamos a un escritorio donde una voluntaria nos pidió un documento con foto, puede ser la cédula de identidad, la licencia de conducir o el pasaporte. Yo dí mi cédula porque era la que tenía más a mano.

No se preocupe, no hay funcionarios de Migración, por lo que no va a tener problemas.

Con base en ese documento, la muchacha llenó un formulario digital que luego imprimió y me lo pegó en el reverso de la mano derecha. Algo así como una calcamonía que luego de todo el proceso se quita.

Ahí se puede leer nuestro nombre, el número de identidad, el teléfono, la fecha y un código de barras que, supongo, contiene esa misma información.

¿Johnson & Johnson o Pfizer?

A la persona que vacunan le ponen a escoger entre Johnson & Johnson y Pfizer cuál marca  quiere que le inyecten.

Escogimos la primera porque solo requiere una dosis, con lo cual evitamos quedarnos en esta ciudad al menos 21 días, el tiempo que hay que dar entre la primera y la segunda dosis de la Pfizer.

Si escoge Johnson & Johnson le ponen una calcamonía redonda de color rojo, pero si prefirió la de Pfizer, es de color azul.

Cuando concluyó este rápido procedimiento, pasamos a otro amplio salón, pero ahí ya no hay voluntarios sino que son miembros del ejército de Estados Unidos, supongo que con especialidades en salud, y todos con traje de fatiga.

Lo sientan en una silla y le aplican la vacuna. De inmediato, uno debe trasladarse a otro inmenso salón donde le dan una botella de agua fría y reposar sentado durante 15 minutos a la espera de que no se presenten reacciones.

Constantemente  pasan voluntarios con un aparato parecido a un datáfono, con el que escanean el código de barras y así se dan cuenta cuanto tiempo tiene uno en reposo. Cuando pasan los 15 minutos, le indican que ya puede abandonar el lugar.

Así, en un proceso que duró 20 minutos (incluidos los 15 de reposo) fuimos vacunados contra Covid-19 en forma gratuita y efeciente, por personal amable y que despertó gran confianza.

Cuidado, durante toda la estancia en el campus es prohibido tomar fotos y hacer vídeos!

Durante del día en el que me vacuné no presenté mayor molestar, pero al día siguiente -el miércoles-, estuve un poco mareado y sentí cosquillero entre la nariz y el paladar, nada de que alarmarse. Una situación que pronto pasó y volví a ser el mismo de siempre.