Paula Ruiz
El expresidente de la República Óscar Arias recibió con alegría la noticia de que China se incorporó al Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA) aprobado en 2013 y que él promovió desde los años noventa.
El lunes, el gigante asiático informó a través de Zhang Jun, representante ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) su incorporación al tratado, como una muestra de “sinceridad de China de mantener un régimen internacional de control de armamento apoyando el multilateralismo».
El dos veces presidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz, consideró que con la incorporación de China se llena el vacío que dejó Estados Unidos, pues en abril de 2019 su presidente, Donald Trump, informó el retiro de la firma al Tratado, documento que consideró “profundamente equivocado”
“Me llena de enorme alegría porque, lo interpreto como llenando el espacio que dejó vacío el Gobierno de Donald Trump al retrarle el apoyo al Tratado sobre el Comercio de Armas que se lo había dado el Gobierno anterior e Barack Obama”, señaló Arias.
El exjefe de Estado recordó que dentro de sus conversaciones, tuvo el rechazo de George W. Bush, pero tuvo una respuesta positiva por parte de los demócratas Barack Obama y Hillary Clinton, a quienes les expuso la importancia de la presencia de Estados Unidos en el Tratado.
Ahorro en pandemia
El Premio Nobel de la Paz recalcó que aunque si bien, se debe esperar a la ratificación por parte del país asiático, es una buena señal en plena pandemia de impulsar un ahorro en armas y en contraparte, optar por inversiones principalmente en salud en el contexto actual.
“Me llena de alegría y me honra porque China es el quinto exportador e importador de armas en el mundo, o sea, es un gobierno muy poderoso en el comercio de armas”, dijo.
China es el segundo productor de armas e igual posición en gasto de armamento. Arias no vislumbró que el gigante asiático haya tomado esta decisión como una retribución al mundo por la pandemia.
“Si hay alguna consideración sería en estos momentos en que el mundo ha sido azotado por esta pandemia, los escasos recursos que tienen los gobiernos, deben ir dedicados a combatir la pandemia, fortalecer las instituciones de salud de nuestros países, sobre todo los que están en vias de desarrollo y China es uno de ellos, a pesar de que tiene un poderío económico muy grande si hay una señal positiva es que mundo debe ahorrar”, concluyó.
Arias consideró que Rusia y Estados Unidos, son los países que a futuro, deberían de adherirse al Tratado.
¿Cómo se trazó el Tratado?
“El tratado sobre Comercio de Armas comenzó como iniciativa mía y de la Fundación Arias para la paz en la década de los noventas, a mitad de los noventa, redactamos un código de ética sobre el comercio de armas y yo comencé a impulsarlo en discursos, en toda parte en que tenía la oportunidad que tenía invitado, cada vez que recibía un honoris causa en una Universidad extranjera ese era el tema primordial mío”, recordó Arias.
Posteriormente, en el año 1997 logró financiamiento para la Fundación tras una reunión con galardonados con el Premios Nobel de la Paz, entre ellos el Dalai Lama y obispo Desmond Tutu.
Luego de ese encuentro, se impulsó el Código de Ética sobre el Tratado de armas “hasta que lo convertimos en Tratado”. Una vez completada esa etapa, pidieron ayuda a abogados de la Universidad de Cambridge para hacer un Tratado e impulsarlo.
OBSERVE MÁS: China se incorpora al tratado sobre ventas de arma
“Yo había hablado con Kofi Annan desde que era secretario general de Naciones Unidas y después, con Ban Ki-Moon (secretario ONU entre 2007 y 2016)”, declaró.
Sin embargo, Arias recordó que, fue hasta cuando inició su segundo mandato en 2006, que pidió a Bruno Stagno, designado como canciller en su administración, para enviar el Tratado a consideración de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
“Ahí estuvo, yo fui muchas veces a impulsarlo”, agregó.
Finalmente, fue aprobado en el año 2013 mientras que, en 2014 más de 50 países lo habían ratificado y consecuentemente entró en vigencia. Su secretaría se encuentra en Ginebra, Suiza.
