Sergio Arce
Eloisa Fontes es un nombre muy conocido en las pasarelas de Nueva York, Milán y París. Esta brasileña ha sido el rostro de marcas comerciales de alta gama, así como portada de revistas como Elle y Glamour.
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Pero hace un año se reportó su extravío y no se sabía nada del paradero de esta mujer. Hasta que esta semana fue encontrada por la Policía de Río de Janeiro en una favela de esta ciudad.
De acuerdo con medios de prensa internacionales, la mujer de 26 años apareció deambulando desorientada y con poca ropa en las calles de Cantagalo, una barriada pobre de la llamada Cidade Maravilhosa.
”La rescatamos, le pusimos ropa y la identificamos. Ella estaba muy desorientada, con informaciones muy enredadas.
“Conseguimos que nos diera su nombre y, a partir de ahí, con el núcleo de inteligencia de nuestro programa, localizamos a su madre en Alagoas (noreste)”, narró a la agencia EFE Antonio Carlos dos Santos, subsecretario de Acciones Estratégicas de la Gobernación de Río de Janeiro.
Fontes fue llevada a un centro psiquiátrico, pero luego será un hospital privado. Un amigo de la familia costeará el internamiento, a la espera de la llegada de la mamá, quien vive en otro estado.
De hecho, ya estando en el país suramericano Fontes contactó a una agencia de modelaje, que se sorprendió con la belleza de la mujer. La contactó para contratarla, pero ella pidió tiempo y en eso se declaró la pandemia.
Otras desapariciones
Fontes ya había protagonizado otros incidentes similares. Tiempo atrás fue en Nueva York, donde permaneció desaparecida y apareció en un punto distante de su casa, donde residía con su esposo y una hija pequeña.
A su llegada en Brasil Fontes deambuló por algunas de las más peligrosas favelas de la ciudad como Ciudad de Dios o Jacarezinho.
De acuerdo con medios de prensa internacionales, Fontes -procedente de una humilde familia de Alagoas- dejó su casa a los 17 años tras ganar un concurso. Ella vivía con su madre y siete hermanos.
Se instaló en Sao Paulo, donde participó en las pasarelas más importantes hasta que dio el salto a Nueva York, luego de que se casara con Andre Birleanu, un modelo y productor ruso 15 años mayor que ella.
