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El Universo Sabina desde sus habitantes: una conversación con la banda de El Flaco de Úbeda

En el universo de quienes siguen con lujo de detalle a Joaquín Sabina esta banda no necesita de presentación. Cada…

Por Ana María Parra A.

Tiempo de Lectura: 6 minutos
El Universo Sabina desde sus habitantes: una conversación con la banda de El Flaco de Úbeda
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En el universo de quienes siguen con lujo de detalle a Joaquín Sabina esta banda no necesita de presentación. Cada uno de sus integrantes, para un buen sabinero, puede ser una figura, incluso, familiar.

Algunos de ellos han coescrito muchas de las canciones de El Flaco de ‘Ubeda; han compartido arreglos, direcciones musicales, aventuras. Han vivido en la carretera, alegrías y disgustos, han hecho de coros, segundas voces o girado con Sabina.

A Pancho Varona, Antonio García de Diego, Jaime Asúa, Paco Beneyto y Mara Barros se les ha visto y oído de muchas maneras con y alrededor de Sabina.

Paco Beneyto, Antonio García de Diego, Mara Barros y Jaime Asúa se reunieron el hotel Aurola Holliday Inn en una amena conversación. (Alonso Solano/El Observador)

La banda de Joaquín Sabina está en Costa Rica para cumplir con una auténtica “Noche Sabinera”, hoy, jueves, y mañana, viernes, en el Teatro Popular Melico Salazar.

Es un concepto que desarrollaron desde el 2006 y que han venido madurando y haciéndolo crecer. Comenzaron siendo un formato reducido y hace mucho que aumentaron a banda completa.

Ellos escogen las canciones que quieren; invitan a cantantes cuando así lo desean, y se dejan acompañar del público que tiene la posibilidad de subir al escenario para cantar.

“Aves de paso”, “Amor se llama el juego”, “Caballo de cartón”, “A la orilla de la chimenea”, “Contigo”, “Corre, dijo la tortuga”, “El rockanrol de los idiotas”,”La del pirata cojo”… son apenas unas cuantas de las decenas de canciones en que Varona, García de Diego y Asúa han tenido qué ver.

La única forma de entrar a ese universo desde la piel de quienes componen la banda de Sabina es a través de ellos mismos. Entonces, hablaron con El Observador.

Jaime Asúa (Alonso Solano/El Observador)

Despejemos eso que dicen “las malas lenguas” de que estas “Auténticas Noches Sabineras” fueron una idea de Mara, Antonio y Pancho.

Jaime Asúa. Estábamos en una gira en el 2006 con Joaquín (Sabina) y la noche antes nos convencieron unos amigos y gente de las redes para hacer algo similar lo que hacían Los Rolling Stones de tocar en un pequeño club. Tocamos esa noche pensando que iba a ser una noche única, que no se iba a repetir más; pero resulta que quedó gente interesada entonces cuando Joaquín no iba a tocar nos íbamos a ello.

Fue creciendo a partir de una noche casual. Gustó y se quedó.

Ustedes llevan toda su vida en la carretera. ¿Al convertir al publico en protagonista, al menos por unos minutos, es dejarles entrar en esa vida de carretera que llevan ustedes?

Jaime. Un poco, si.

Mara. Lo que pasa es que disfrutan solo de la parte buena, que es el escenario (ríe). Que es cuando se te olvida todo y todo cobra sentido porque hay una parte de esta vida que es dura y muy difícil. Así que invitamos al público a que disfrute de la parte bonita al menos durante tres minutos.

Antonio. Yo no creo que sea tanto compartir nuestro mundo como sí dejar que disfruten una canción. Que sientan el Sabinismo desde adentro.

Antonio García de Diego y Mara Barros (Alonso Solano/El Observador)

Pero ustedes también son co-autores de muchas de estas canciones. Es el caso de Antonio y de Jaime. Así que quiero saber ¿qué pasa en sus corazones cuando la gente toma alguna de esas canciones?

Antonio. Estás haciendo una pregunta muy curiosa. No sé para Jaime, que también es autor, pero a mí, cuando estoy ahí arriba (en el escenario) no me produce tanta satisfacción egolatrística y emocional que sea una canción en la que yo tengo qué ver.

Todo se engloba en esa burbuja de pasarlo bien con una canción de Joaquín. No hay una reinvindicación. A veces sí pasa que cantándola uno se siente más cercana porque la ha hecho uno. Se despega uno del ego creador.

Los bateristas piensan diferente (bromea señalando a Paco Beyneto)

Paco. Ah sí, yo tengo que soportarlos a todos (ríe). Unos se desmadran, otro se divierten y yo tengo que estar ahí: ¡pum,pum,pum! (bromea). En el fondo todo esto es divertirse.

¿Cómo llevan ustedes el proceso autoral con Joaquín?

Jaime. En general, con Joaquín se trabaja con base a un texto previo, escribe y se intenta poner música a ese texto. Yo con él he trabajado más bien al revés; llevo una canción, y él pone texto y hace las de un relojero: encaja las métricas, las frases…

No hay dos momentos iguales. No es un fenómeno muy rígido pero tampoco es, como mucha gente piensa, que es un momento romántico donde uno ve la pasión. Las cosas van sucediendo, no tenemos una fórmula.

Antonio. Yo digo que todos los textos tienen un aroma. Puede ser en imágenes, en sensaciones… y estamos todos alrededor de la misma atmósfera. A no ser que El Jefe diga otra cosa.

Para una canción de (Pablo) Neruda dijo: “quiero que sea una habanera”. Y fue una habanera preciosa, por cierto. Y nunca habíamos hecho una habanera.

Ese fue un precioso regalo de Joaquín. Joaquín nos ha mostrado musicalidades que nosotros no sabíamos que existían. Oye música de todo. Para eso, Joaquín es el mejor maestro que he tenido.

Yo pensaba que ustedes aportaban esas sonoridades tan variadas y toda esa fusión que caracteriza las canciones de Sabina.

A coro. Es él.

Jaime. Si hay un fenómeno de retroalimentación, las cosas van sucediendo. Surge un aroma, como dice Antonio.

¿Es complejo seguirle el ritmo a Joaquin? Porque es un torbellino.

A coro: Sí.

Antonio. Joaquín es el caos. Pero eso, nos une mucho a él.

De sus canciones favoritas

Antonio: ¿Qué hace que canciones tan distintas como “Pobre Cristina” y “Amor se llama el juego” ocupen ese mismo espacio de sus favoritas?

“Amor se llame el juego” es una canción tan sentida que me toca por ese lado, musicalmente es muy mía. Ya la historia de por sí es mortal y tiene una musicalidad que… ¡te mata! Y (Pobre) “Cristina” es una canción divertida, extrovertida aunque con una historia de una mujer que sufre.

Mara: ha mencionado afecto por “A la sombra de un león”…

Yo, que soy intérprete, para seleccionar una canción debe tener ese algo que no se puede describir, que me pellizque por dentro. O bien la letra, o bien la melodía o ambas cosas. Algo que te ayuda a superar algo vivido o te traslada a algo que te emociona, o es algo que aspiras vivir.

Es lo que me pasa con todas las que canto. En este formato que hacemos una de las grandes cosas que es que puede elegir lo que cantas. Lo mismo puede cantar “A la sombra de un león” que “Princesa”.

Jaime: ha mencionado su afecto por “Caballo de cartón”.

Conocí a la chica que iba a la oficina. Empecé a colaborar con Joaquín hace 37 años y yo tenia un grupo que se llamaba Alarma y Joaquín estaba en su proceso de roquerización y yo contribuí con mi grupo a hacer las primeras maquetas de las canciones más roqueras.

Iba a grabar un disco con una cara más acústica y otra cara más roquera pero la que más me gustaba era una acústica…”Caballo de cartón” que tenia ese sustrato (Bob) Dylan de cuando nos conocimos. Y como podía elegir, escogí esa.

Paco Beneyto (Alonso Solano/El Observador)

Paco no ha dicho nada de sus canciones favoritas.

Mara. Es que el pobre no elige (se ríe).

Paco. “Y sin embargo” es una canción que me enamora. Lo que pasa es que me cuesta escoger alguna en la “Noche Sabinera” porque no quiero estropear la canción, no quiero interrumpir las quiero acompañar.

Noche Sabinera”. Músicos: Pancho Varona, Antonio García de Diego, Jaime Asúa, Paco Beneyto y Mara Barros. Días: Jueves 22 y viernes 23 de agosto. Hora: 8 p.m. Lugar: Teatro Popular Melico Salazar, San José. Entradas: de ¢22.650 a ¢55.600. A la venta: eticketcr, boletería del teatro y al centro de llamadas 2295-9400.