Tomás Gómez
Se da una nueva muerte de una niña, otra vez en el lugar que se supone que deben estar protegidas y a cargo de los profesionales que están llamados a cuidarlos, sus padres. Esto debe servir como un llamado de que la violencia intrafamiliar nos está matando a los niños y que las condiciones que debemos darles como país deberían ser otras.
Con esas palabras arrancó su mensaje de despedida la hasta hoy presidenta ejecutiva del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), Patricia Vega.
El fallecimiento de una niña de cuatro años en Tuetal de Alajuela, vino a sumarse al fallecimiento de otros cuatro menores en el 2019, en los que el Patronato no intervino a tiempo.
“Con la muerte de ayer, mi espacio político viene a cerrarse”, concluyó Vega.
Según dijo, su renuncia la presentó el miércoles por la tarde y se hará efectiva este mismo jueves.
Eso sí, en sus declaraciones finales lanzó dardos contra la institución, sus procedimientos y el personal de la misma.
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Duras palabras de despedida
La gestión de Patricia Vega recibió diversos cuestionamientos en la Asamblea Legislativa, donde la Comisión de Niñez y Adolescencia dedicó una investigación que recomendó su salida y la intervención del PANI. (Tomás Gómez/ El Observador)
“Lo más grave de este asunto es que el PANI tuvo conocimiento de que esta niña estaba en riesgo y no actuó: el PANI no responde a lo que está llamado a hacer y para lo que fue creado”, dijo la jerarca saliente.
La situación la explicó en la forma de trabajo del ente, el cual definió como “anticuado”.
Con la voz quebrada, Vega expresó frases que llamaron la atención:
- “Ya no es posible tolerar este tipo de incompetencia en la institución”
- “Cuando el PANI se equivoca los niños pueden morir”
- “Día a día encontramos dificultad para hacer las cosas mejor”
- “El cambio no lo hará un Gobierno, ni dos”
- “No quiten el dedo del renglón con lo que está ocurriendo en el PANI”
- “El PANI seguirá siendo igual”
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El peso de los funcionarios
Aunque defendió al “personal comprometido”, Vega también puso énfasis en los problemas del recurso humano de la institución.
“El PANI es una institución que depende de los funcionarios. Usted en otras instituciones podrá poner máquinas a hacer cosas pero aquí no. Aquí requiere del análisis profesional, de la capacidad para leer que es lo que está ocurriendo y sí falla”, dijo.
“Había un estudio del 2016 que decía que el PANI era una bomba de tiempo en cuestiones de personal. El informe era del 2016 y no se hizo nada hasta que esta junta directiva ordenó que se tomaran todas las medidas que fueran necesarias”, dijo.
Junto a ese tema mencionó la modernización como pasos fundamentales para que la institución logre dar un salto cualitativo en su funcionamiento.
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