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Educar en equidad: respeto

Nuestro país se ha visto teñido en muchas ocasiones de muertes violentas y violaciones, ¿será que falta más años de…

Por Desde la Columna

Tiempo de Lectura: 2 minutos
Educar en equidad: respeto
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Nuestro país se ha visto teñido en muchas ocasiones de muertes violentas y violaciones,
¿será que falta más años de cárcel?, ¿será que faltan más y más castigos?

La propuesta una vez más es volver la mirada a la crianza y cambiar estereotipos de
género desde la primera infancia, educar desde una mirada de respeto, de benevolencia,
de empatía, lo cual es necesario para formar adultos respetuosos de sí mismos y de los demás.

La crianza respetuosa es la forma de cambiar el mundo violento que tenemos.
El respeto y la no violencia se aprenden en la practica diaria, en el modelaje, en la mirada de padres y docentes desde la empatía y no desde el juicio o desde el señalamiento.

Cambiar la mirada es fundamental, para que podamos ver a los niños con verdadera
empatía, hace falta conectar con sus necesidades y emociones y desconectarnos como
adultos de nuestras heridas. Es evidente cuando un adulto habla desde su dolor o habla
desde la empatía.

El papel decisivo de la familia, sistema educativo y medios de comunicación, para
promover respeto, tolerancia e igualdad entre hombres y mujeres, donde la premisa sea
siempre el respeto; para tratar a otros con respeto, necesito haber sido respetado en la
infancia, y respetarme antes a mí mismo.

Es fundamental cambiar los paradigmas y prejuicios:
-No hay juguetes, ni colores de niños o de niñas.
-Todos pueden hacer todo.
-Utilizar el juego inclusivo y el trato respetuoso.
-Los patrones o modelos de conducta son fundamentales, por tanto en nuestro hogar
debe existir un clima de equidad de género, que se apoya en los centros
educativos.
-Dejar frases como: los hombres no lloran, eso es de niña, las niñas corren menos, si
te ignora es que le gustas, que la cuide su hermano, las niñas no pueden hacerlo
solas y muchas más.
-Analizar nuestro lenguaje en todo momento.
-Repartir responsabilidades en la casa y escuela, de acuerdo a su edad y no género.

Hay que explicar que existe desigualdad de género y que no es sano. La mujer no es la
responsable de cocinar o lavar, todos somos un equipo en casa y eso debe vivirse y
sentirse.

Los niños y niñas tienen derecho de crecer en respeto y equidad. Todos nacen
necesitando esa conexión y cercanía de amor de sus progenitores, lo que reciban en su
infancia, será trascendental para la vida adulta, para sus relaciones consigo mismos y con los demás.

Es tiempo de criar con amor y respeto todos los días.