Christine Jenkins Tanzi
El Instituto Costarricense de Ferrocarriles (INCOFER) debe enfocarse en corregir la “débil gestión” y la carencia de análisis financieros que sobrepasen el año en curso a la cara al asumir nuevos retos como el Tren Eléctrico del Gran Área Metropolitana y el Tren Eléctrico Limonense de Carga, según al Contraloría General.
La Contraloría publicó una nueva auditoría que tiene como propósito determinar si el Incofer consideró en su gestión los cambios definidos por la Ley de Fortalecimiento del Instituto Costarricense de Ferrocarriles y promoción del Tren Eléctrico Interurbano de la GAM, aprobada en el 2016.
Ésta establecía la necesidad de medidas que aseguren el financiamiento durante todo el periodo de desarrollo de los proyectos y gastos que tienen un horizonte de ejecución que sobrepase el ejercicio económico.
Marcela Aragón, gerente del área Servicios de Infraestructura de la CGR, explicó que se encontraron tres ejes con problemas: la planificación financiera, la supervisión de contratos y la documentación de riesgos.
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“Identificamos una carencia de planificación de mediano y largo plazo y de estados financieros proyectados, esto como elementos que contribuyen a la sostenibilidad de servicios ferroviarios”, según Aragón.
La falta de planes dificulta la identificación oportuna de posibles riesgos financieros por parte del Incofer y puede limitar la toma de decisiones con sustento, según el reporte.
“Se determinó que el Incofer no efectúa un análisis financiero que sobrepase el año en curso, únicamente realiza revisiones del Flujo de Caja Institucional y de los aportes que gira el Gobierno Central para cubrir parte de su operación anual. Aunado a lo anterior, el Instituto no cuenta con estados financieros proyectados que muestren el efecto de aplicar acciones bajo distintos escenarios”, señala el informe DFOE-IFR-IF-00009-2020 del 4 de setiembre.
“Aunado a lo anterior, si se presentan cambios en las condiciones de financiamiento de los proyectos, así como en los gastos que tienen un horizonte de ejecución que rebasa el ejercicio económico, podría implicar un deterioro en la sostenibilidad financiera del Instituto”, agrega el documento.
No se preparó para nueva terminal
En el 2019 las finanzas del Incofer se vieron afectadas con la entrada en operación de la nueva Terminal de Contenedores de Moín, el cual provocó cambios logísticos y de demanda del principal cliente de transporte ferroviario de carga en la Zona Caribe.
Con esto, se redujeron significativamente los ingresos del Instituto, sin que se llevara adelante una adecuada planificación financiera ante este riesgo.
La administración podría adoptar medidas preventivas ante este tipo de eventos que erosionan las finanzas del Instituto al mejorar su planificación, agregó el informe.
En conclusión, la Contraloría destaca la “débil gestión” de Incofer, a pesar de que debe llevar adelante proyectos como Tren Eléctrico Interurbano de la GAM, desarrollo del Tren Eléctrico en la ruta conocida como el Canal Seco y la viabilidad de la conexión ferroviaria al Atlántico.
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“A pesar de que mediante reforma a la Ley Orgánica de Incofer, se le otorga al Instituto la posibilidad de acceder a diferentes instrumentos financieros y se le encomienda el desarrollo de nuevos proyectos ferroviarios, se determinó que la institución no cuenta con estados financieros proyectados que muestren el efecto en los resultados financieros al aplicar acciones bajo distintos escenarios”, señala.
Christine Jenkins Tanzi
