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Contraloría: “La realidad fiscal del país” amerita una reforma a los salarios públicos

La Contraloría General de la República recomendó reformar los salarios de los empleados públicos para tomar en cuenta la “realidad…

Por Christine Jenkins Tanzi

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Contraloría: “La realidad fiscal del país” amerita una reforma a los salarios públicos
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La Contraloría General de la República recomendó reformar los salarios de los empleados públicos para tomar en cuenta la “realidad fiscal del país”.

El pago de remuneraciones alcanzaría ¢2.850.799 millones, lo cual representa un 8% del PIB y un 25% del total Presupuesto de la República del 2021.

Mientras tanto, no serían suficientes las iniciativas impulsadas por el Gobierno hasta el momento, como no aumentar el salario base o no pagar incrementos de la anualidad durante el 2021 y 2022.

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“La realidad fiscal del país amerita impulsar cambios estructurales en materia de empleo público, con la finalidad de construir una estructura salarial, acorde con las posibilidades del Estado y -de la misma forma- evaluar su tamaño según su situación fiscal”, según un nuevo reporte.

Por cada ¢100.000 en salarios y remuneraciones básicas, se le pagarán otros ¢109.521 en incentivos salariales a los empleados del Gobierno en el 2021.

Este 30 de setiembre, la Contraloría publicó el Informe Técnico del proyecto de Presupuesto Nacional de la República para el año 2021, que se remite a la Asamblea Legislativa.

“Congelamiento”

Los incentivos salariales crecerán 4,3% y las remuneraciones básicas 3,4% en el 2021, con respecto al presupuesto aprobado a agosto de 2020 para el Gobierno de la República.

Según la Contraloría, por eso la discusión no se debe limitar a “contener el gasto”, como es el caso de los proyectos de ley en discusión en la Asamblea Legislativa. Estos incluyen uno relacionado con el pago de anualidades 2021 y 2022 y otro con la reducción de jornadas.

“La magnitud que presenta este rubro, amerita adoptar reglas oportunas y
claras en el ámbito jurídico para ejercer un correcto control sobre el gasto, que dado su diseño por componentes, requeriría de un congelamiento del total para contener la inercia en el crecimiento de otros incentivos”, según el informe.

“Esto sin olvidar los pasos siguientes a tomar en cuanto a la reforma del empleo público y otras medidas estructurales que contribuyan a crear una uniformidad normativa y gobernabilidad en áreas de política económica”, agregaron.

Con la reforma fiscal, muchos incentivos empezaron a pagarse como un monto nominal y no como un porcentaje del salario. Sin embargo, algunos siguieron en aumento como los puntos de carrera profesional para un funcionario al obtener más capacitación, o al acumular un año más de anualidad.

Alvarado teme demandas

La Asamblea también está discutiendo una reforma al empleo público. Un grupo de diputados junto con Pilar Garrido, ministra de Planificación, se reúnen desde la semana pasada para planear un texto sustitutivo.

Sin embargo, Carlos Alvarado, presidente de la República, consideró que el nuevo salario global no debe aplicar para los funcionarios actuales.

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“Estamos de acuerdo con el salario global, es algo que hemos propuesto. Ahora la discusión surge sobre si se puede aplicar a los nuevos o si se puede aplicar a quienes ya estaban. Yo particularmente veo dos cosas allí; una como exministro de trabajo, que eso abriría un frente legal sobre los temas de derechos adquiridos”, dijo este martes.

“Con que un litigio en esa materia fuera favorable, podría convertirse en 350 mil litigios favorables. Además de que pienso yo que si quiero soluciones viables, podría restarle viabilidad a la tramitación de ese expediente”, agregó.

 

Por su parte, el abogado constitucionalista Rubén Hernández aboga porque el salario global, o único, debe extenderse a los empleados actuales y no solo a las nuevos contrataciones.

Hernández aclaró que aún se deben respetar los salarios actuales de los funcionarios. Sin embargo, las remuneraciones pueden congelar hasta que alcancen el “salario único” que se establezca para su categoría, sin que esto violente los derechos adquiridos.

“A nadie la van a bajar el salario, siguen recibiendo el mismo salario que tienen ahora, pero desde el momento en que exista el salario global, desaparecen todos los pluses. Van a tener un salario fijo y solo se aumentan por costo de vida”, según su propuesta.

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