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Consumo de plataformas de video como Netflix y Youtube genera importante huella carbono, según nuevo estudio

En los últimos años ha crecido la percepción de que los productos modernos o de última tecnología tienden a ser…

Por Marco Marín

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Consumo de plataformas de video como Netflix y Youtube genera importante huella carbono, según nuevo estudio
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En los últimos años ha crecido la percepción de que los productos modernos o de última tecnología tienden a ser más limpios para el medio ambiente.

Sin embargo, esta noción puede ser errada. Según un reciente estudio del Project Shift, con sede en Francia, maratones de Netflix o tutoriales en YouTube podrían estar contribuyendo a generar una huella carbono mayor que la industria de la aviación.

De acuerdo con el informe, las tecnologías digitales, al 2018, fueron responsables de emitir el 4% de gases que contribuyen al efecto invernadero. Mientras tanto, la aeronavegación apenas es responsable del 2,5% de la producción mundial de CO2, según datos recopilados por el medio alemán Deutsche Welle.

De ese total, más de la mitad (55%) se atribuye al tráfico de datos por Internet y del cual el consumo de videos “en línea” representa casi dos terceras partes (60%), señala el estudio llamado “Crisis climática: El insostenible uso del video en línea”, publicado en julio del 2019.

Según la organización, 10 horas de video en alta definición representan una cantidad de datos superior a todos los artículos en inglés de la Wikipedia. (imagen con fines ilustrativos)

Dicho porcentaje representa un estimado de 300 millones de toneladas de CO2, lo que equivale al total de emisiones de España en el 2010, agrega. En ese sentido, el uso de plataformas como Amazon Prime y Netflix fue igual a las emisiones de Chile, también en el 2010.

El principal autor del estudio,el ingeniero francés Maxime Efoui-Hess, asegura en el prólogo del informe que con un caso práctico, como el consumo de videos online, se puede demostrar la importancia de “una solución práctica como lo es la sobriedad digital”.

Cada byte cuenta

“Una gran parte de la opinión pública, así como esferas económicas y políticas, presumen que el uso de tecnologías digitales no requieren de la misma que otros sectores, en cuanto a su compatibilidad con el medio ambiente”, agregó.

“Cada byte que se genera en Internet implica que los datos viajen desde los centros de datos (ubicados en lugares como Estados Unidos) a nuestros aparatos, a través de cables, antenas y fibras ópticas.

“Estos elementos consumen energía y emiten dióxido de carbono ya sea en su construcción (extracción de minerales, procesos industriales, etc.) como por la electricidad que necesitan”, explicó al portal del Foro Económico Mundial.

Este último viene a ser un factor importante en esta ecuación. El reporte halló que el consumo de energía para desarrollar y utilizar estas tecnologías crece, anualmente, un 9%.

Consumo de energía

En el 2018, el investigador de Huawei, Anders Andrae, halló que, solamente en los centros de almacenamiento de datos de la Unión Europea, el consumo de energía aumentó un 25% entre el 2014 y el 2017.

De mantenerse esta tendencia, la energía necesaria para usar dispositivos equivaldría al 20% del consumo anual en el 2030.

Los expertos recomiendan consumir los videos en teléfonos móviles y conectados a redes wifi. (imagen con fines ilustrativos/AFP)

Sobriedad digital

El estudio señala que la estrategia de sobriedad digital lo que busca es “priorizar la asignación de recursos en el uso de recursos digitales”. “Se trata de crear conciencia”, agregó Efoui-Hess

Si bien hace falta desarrolla un plan regulatorio, el ingeniero galo asegura que hay alternativas que no involucran dejar de consumir, aunque sí aconseja mayor mesura. Entre otras medidas destacó el uso de conexiones wi-fi y dispositivos móviles pequeños.

Por ejemplo, destacó que quitar la función de “autoplay” en las diversas redes sociales puede ser un paso inicial para los usuarios. El uso de redes wifi asegura una utilización más eficiente de la energía.

Dado que los teléfonos son los dispositivos con mayor eficiencia energética, se recomienda utilizar estos apartos. Además, no es necesaria la alta definición ya que la diferencia es poco perceptible, asegura la organización.

También se recomienda desconectar las redes wifi cuando no estan en uso. No obstante, los expertos reconocen que esto no es suficiente, por lo que se requieren nuevas propuestas.

Una opción podría ser la posición geográfica de estos centros de datos. Recientemente, el medio Bloomberg informó sobre la empresa rusa Bitriver, la cual es la empresa más grande de almacenamiento en la antigua Unión Soviética.

Su centro de operaciones se ubica en el sureste de Siberia. ¿La razón? La energía generada por la planta hidroeléctrica de ciudad proveé energía barata y las bajas temperaturas del lugar evitan una inversión importante en sistemas de enfriamiento para los equipos.

La urgencia de soluciones innovadoras es latente. El reporte de The Shift Project señala que, para el 2025, el porcentaje de emisiones podría duplicarse, pasando de 4% a 8%. Esto equivaldría a la contaminación emitida por los vehículos livianos.