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¿Cómo ser papá y mamá sin dejar de ser pareja?

Por Emilia Malavassi para El ObservadorPsicóloga especialista en terapia de pareja y familia La llegada de un bebé marca un…

Por Desde la Columna

Tiempo de Lectura: 2 minutos
¿Cómo ser papá y mamá sin dejar de ser pareja?
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Por Emilia Malavassi para El Observador
Psicóloga especialista en terapia de pareja y familia

La llegada de un bebé marca un cambio en la vida de una persona: es un antes y un después en todas las áreas de nuestra vida. La relación de pareja no es la excepción y es una de las más impactadas por esta nueva llegada.

A pesar de que ambos coincidan en que su bebé ha traído una nueva luz a la casa, y que esta felicidad sea real y genuina, esta nueva luz trae consigo muchos cambios que generan sombras a la relación. Las investigaciones demuestran que dos de cada tres parejas van a sentirse menos felices, y menos satisfechas con su relación en algún momento de los primeros tres años de su bebé.

¿Se habla de esto? ¡No! Y aquí es donde empieza el mayor problema. Los estados de Facebook solo muestran la felicidad que genera la llegada de un bebé, y quienes están viviendo esa etapa fácilmente cometen el error de asumir que “todo el mundo” está perfecto, “todas las parejas están bien menos la mía”, y esta realidad se convierte en una sensación de fracaso, acompañándose muchas veces de emociones de frustración y enojo que nos desconectan de la pareja.

Saber que los cambios en la pareja son normales aliviana el peso que esto genera. Son muchas parejas (dos de cada tres) las que se sienten alejadas y menos felices.

No estamos solos en esto y tiene una explicación. La llegada de un bebé trae muchos cambios: pasamos de “tú y yo” a “nosotros”; cambiamos la manera que nos definimos (asumimos el título de mamá y papá); la forma que invertimos nuestra energía ahora es diferente.

Además aparece un cansancio nuevo, el tiempo adquiere un significado distinto, nos enfrentamos a situaciones nuevas de vida, decisiones importantes respecto de la crianza, que además, nos devuelven a nuestra propia historia y nos hacen realizar que venimos de dos realidades diferentes.

El hecho de vernos ahora como mamá o papá, y no solo como mujer y esposa u hombre y esposo, acompañado con el cansancio acumulado y con la energía que invertimos en bebé, son solamente tres razones por las que la relación de pareja será diferente. Las cosas simples de nuestra rutina, ahora se pueden complicar. El conflicto va a aumentar. La intimidad va a disminuir.

Hay que saber que la relación de pareja no vuelve a “estar bien” por si sola. Debemos entender que no somos raros porque esto nos está pasando, pero también saber que como pareja se puede revertir. La llegada de un bebé trae muchos cambios, pero es posible adaptarse a la nueva realidad para convertirnos en papás y seguir siendo pareja.

Lo ideal sería prepararnos como pareja antes de que lleguen los bebés. Algo así como salir a la calle con sombrilla, botas y abrigo, listos para cuando llegue la lluvia. Pero si ya salimos en sandalias y tirantes, y nos agarró el aguacero de sorpresa, debemos tomar medidas.

Medidas como hacer una pausa para entender los cambios que hemos vivido y la manera en que lo hemos enfrentado; buscar espacios para escucharse y conocer las emociones que cada uno está sintiendo; conocer que están necesitando y buscar la manera para lograrlo.

Se trata de volver a conectar emocionalmente uno con el otro, sentirnos escuchados, acompañados, comprendidos. Estar listos para enfrentar lo que venga porque están seguros que cuentan el uno con el otro.

Para contactar a Emilia Malavassi:
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