Tomás Gómez
La propuesta de más impuestos fue suficiente para hacer fracasar la agenda de negociaciones del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en menos de 48 horas, pero la inclusión del tren eléctrico en el plan fue igual de polémica.
En medio de ola de críticas a la solicitud de más impuestos y la pérdida de la mayoría de apoyos en la Asamblea Legislativa, el ministro de Hacienda, Elian Villegas, calificó “lamentable error” haber incluído el tema del tren en la propuesta.
“El objetivo de eso fue un error… Es un error… Es un error… Lamentablemente a veces los documentos, diay, terminan… alguien incluyó eso y creyó que era importante incluir el tema del tren, pero el tren no tiene absolutamente nada que ver aquí”, dijo en entrevista telefónica con El Observador.
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Villegas no detalló quien pudo haber metido el dato o las motivaciones para hacerlo, pero admitió que la idea generó aún más ruido político.
Además, agregó que los recursos del FMI no tendrán ninguna relación con el tren.
Un “error” de $1.500 millones
Tras una semana de expectativa, el Gobierno develó el jueves anterior la hoja de ruta para las negociaciones con el FMI, dentro de las cuales incluyó un“ambicioso portafolio de proyectos” a realizar a partir del 2021 y hasta el 2024, a partir de alianzas público-privadas.
Aunque la lista no fue ampliada en la conferencia, el documento publicado sí la detalló, incluyendo como primer punto el nuevo tren, impulsado principalmente por la Primera Dama, Claudia Dobles.
Según el Poder Ejecutivo la obra tendría una inversión de $1.500 millones y sus obras iniciarían en el segundo semestre del 2022.
Dicha iniciativa no ha pasado las pruebas en la Asamblea Legislativa, para obtener el préstamo por parte del Banco Interamericano de Integración Económica (BCIE) que ocupa el país para la ejecución del tren.
Dicha inclusión generó molestia entre los diputados que no tardaron en exponer sus críticas a lo que llamaron “un gol olímpico”.
“Demuestra las trampas y mañas del PAC, como vieron que no tenía posibilidad de aprobar el empréstito, entonces el capricho es ver cómo suben a la Primera Dama y meter al tren en alguna página para que se obligue en el préstamo (con FMI) a dar alguna plata para el tren”, criticó Erick Rodríguez, congresista independiente.
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Al malestar se sumó Paola Valladares, quien preside la Comisión Especial de Infraestructura. Para ella, el Ejecutivo sigue con su línea de falta de transparencia en esta negociación.
“Es irresponsable incluir un proyecto sea este del tren u otro, donde no se tiene la certeza de que se pueda llevar acabo pues esto podría significar un incumplimiento de la negociación”, aseguró la liberacionista.
En esta misma línea, María Inés Solís, diputada socialcristiana, consideró que la introducción del tren eléctrico en la negociación, carece de seriedad.
Por su parte, el independiente, Jonathan Prendas, catalogó como una obsesión inexplicable del Gobierno, el interés por un tren eléctrico que es inviable en este contexto.
“Por demás es un descaro, una falta de respeto al país y una muestra de que solo piensan en sus obsesiones y no en atender la necesidad del país”, declaró.
