Elizabeth Rodríguez
Desde que inició la pandemia en Costa Rica cerca de 70 adultos mayores han sido reubicados por estar en estado de abandono o en situación de calle. Esta población es la más vulnerable ante la actual crisis sanitaria causada por la COVID-19.
El abandono de adultos mayores en hospitales es una de las realidades más dolorosas: hasta la fecha se ha reubicado a un total de 60 pacientes que fueron hospitalizados y su familia no apareció más.
Gracias al “Campamento Plan Protección al Adulto en Calle” de la organización Chepe Se Baña otras 10 personas adultas mayores encontraron un espacio donde vivir.
“Tenemos 17 organizaciones que se dedican específicamente a atender a esta población y a la fecha tenemos 691 personas que se han casi que recogido por el abandono de sus familiares y sus parientes”, indicó Emiliana Rivera, directora ejecutiva del Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam).
Esta cifra abarca una totalidad en la base de datos de la institución, pero también muestra una problemática olvidada por la sociedad.
Son 2.016 adultos mayores en condición de pobreza y pobreza extrema que requieren de un cuido en hogares de larga estancia, mediante 74 organizaciones a las cuales el Conapam le asigna recursos.
Además son 1.405 personas mayores a los 65 años que asisten a los 63 centros diurnos disponibles en la red, sumado a una cantidad similar de adultos mayores que pertenecen a una red de cuido en 54 comunidades.
(Fotografía antes de pandemia) 56 personas atienden a los 80 adultos mayores del hogar Alfredo y Delia González Flores, ubicado en La Puebla, en San Pablo de Heredia. (ESPH)
OBSERVE MAS: Autoridades registran más de 200 adultos mayores en estado de abandono
Fallecido en casa
Días atrás se vivió el evento en el que un adulto mayor llamado Luis Sáenz, de 67 años, murió un viernes en el barrio Los Ángeles, en el centro de San José, presuntamente por la COVID-19, y su cuerpo estuvo allí hasta primeras horas del lunes.
Él compartía casa con su primo, Carlos Villalobos, quien no se percató del incidente dado que ambos usualmente solían coincidir poco antes de dormir, por lo que él no extrañó la ausencia de Sáenz.
OBSERVE MAS: Familiares de fallecido en casa: “A él lo mató el miedo a que le diera COVID-19”
Ambos compartían una vivienda sin condiciones aptas para vivir, sin techo y sin luz. Mientras esperaban que el cuerpo fuera retirado, Villalobos con orden sanitaria de aislamiento, debía mantenerse en ese espacio con su primo fallecido al lado.
El Ministerio de Salud explicó que empezar a identificar dónde está esta población y cuál es su riesgo son prioridad para la institución.
“Tenemos que llegarle a esas personas, tenerlas identificadas y poder protegerlas y atenderlas de la mejor manera, no sólo ahorita sino cuando esto pase”, indicaron sus autoridades.
La entidad mostró un semáforo de priorización de grupos según riesgo para seguimiento telefónico, y la prioridad roja son los adultos que superan los 80 años, con agravantes de salud, que residen solos y en condición de pobreza extrema.
Para estos casos se sugiere darle un seguimiento telefónico semanal, mientras se resuelve la necesidad detectada y, luego, mantener un monitoreo mensual.
Elizabeth Rodríguez
El periodismo me acerca a las realidades más puras y crudas de la sociedad. Mi único deseo es proyectar esa información a través de las letras e ir cambiando al mundo una nota a la vez.
