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CCSS invirtió ¢500 millones en taller para aumentar producción de prótesis

Danilo Lobo tiene 82 años. Hace tres años le amputaron la pierna. Él ingresó al Hospital San Juan de Dios…

Por Lucía Sánchez

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CCSS invirtió ¢500 millones en taller para aumentar producción de prótesis
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Danilo Lobo tiene 82 años. Hace tres años le amputaron la pierna. Él ingresó al Hospital San Juan de Dios con una fractura. Como lo internaron en el centro de salud, empezó a deambular por los pasillos. En algún momento, estuvo cerca de los salones que tienen bacterias. Una de ellas lo infectó.

“Las de ahí son bacterias realmente mortales y entonces tuve la mala suerte y me operaron, me operaron, pero no sané. Yo iba y venía, iba y venía, iba y venía, no había forma de que sanara hasta que me cortaron el pie”, comentó Lobo.

Ahora, usa una prótesis. Pero el proceso ha sido muy difícil.

“Eso me ocurrió como dos años antes de cumplir 80. Fue muy difícil. La edad de uno ya no le permite salir de los problemas tan fácilmente como lo hacen los jóvenes. (…) Ya uno mayor es muy difícil”, manifestó.

Danilo Lobo tiene 82 años. Hace tres años le amputaron la pierna. (Lucía Sánchez/El Observador)

Cientos de amputados

Al igual que a Daniel, en promedio la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) amputa cuatro personas por día. Solo en este año, este procedimiento se le tuvo que aplicar a 1.388 personas. La mayoría se deben a complicaciones por diabetes y accidentes de tránsito.

Debido a ello, la CCSS inauguró las nuevas instalaciones del Taller de Prótesis este miércoles. La institución invirtió ¢500 millones. Con este proyecto se espera aumentar la producción de prótesis y la capacidad de atención a pacientes.

“En este taller no se entrega sólo una prótesis, se entrega esperanza y se entrega una sonrisa y eso es lo que buscamos. Hemos visto ya historias donde estas prótesis hacen una enorme diferencia en la vida de un paciente”, expresó Román Macaya, presidente de la CCSS.

“Nuestros pacientes son el principio y el fin de este servicio institucional. Son el centro de nuestro quehacer diario, maestros de la adversidad y vencedores del espíritu humano. Estas instalaciones acompañan alta y dignamente este proceso”, agregó Luis Fernando Porras, gerente de Logística de la Caja.

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Mejoras en atención y producción

En las nuevas instalaciones habrá cinco consultorios. Antes tenía solo uno.

“Son cinco consultorios que garantizan la privacidad del paciente, que es lo más importante. Nosotros, durante el proceso de confección de las prótesis, tenemos que dejar a los pacientes en ropa interior entonces es muy importante que ellos dispongan de un espacio que les garantice la privacidad”, indicó Mabellín Guzmán, directora del Taller de Prótesis.

Las antiguas instalaciones eran de 150 metros cuadrados. Ahora son de 500 metros cuadrados. Con esto, esperan elevar la producción en un 50%. De acuerdo con Macaya representa una confección de 380 prótesis adicionales.

“Este año, el taller produjo aproximadamente 760 unidades y esperamos elevar esto a más o menos 1200 unidades por año”, expresó Macaya.

También se aumentó el presupuesto del Taller. Ovidio Murillo, director de Producción Industrial, comentó que desde hace más de un año incluyeron siete plazas más. En la compra de los materiales, se están gestionando unos ¢1.500 millones.

Más 30 mil personas han sido amputadas

Gladys Zúñigan tiene 84 años. En el 2018 le amputaron la pierna. Aún no usa prótesis porque “no las aguanta”, pero le gusta caminar y no quiere usar silla de ruedas. (Lucía Sánchez/El Observador)

El Taller de Prótesis se fundó en 1954 para atender a los pacientes que tenían secuelas de polio, luego de la epidemia que sufrió Costa Rica durante la década de 1950. A 65 años de su creación, las necesidades de la población cambiaron. Según Guzmán, más de 30 mil personas han sido amputadas y requieren prótesis.

Gladys Zúñiga es una de ellas. Con 84 años, el 19 de octubre del 2018 le amputaron la pierna. Ella tenía una úlcera desde los 12 años. Los hospitales no se la pudieron curar. En el Hospital México las biopsias indicaron dos tumores malignos.

Con el tratamiento, la pierna le quedó “en el puro hueso”. Si se caía, se le quebraba la pierna. Se la tuvieron que amputar, pero ella aún no usa prótesis.

“Como yo vivo sola, tuve que ir a cortarme la pierna (…) todavía no me he puesto las prótesis porque no he podido ponérmelas, no las aguanto. Yo no quiero estar en silla de ruedas, a mí me gusta caminar, pero diay, voy a ver cómo hago”, expresó Zúñiga.

Más de ¢800 mil por pieza

La mayoría de las amputaciones realizadas en el 2018 fueron de dedo o pie: 616. Le siguen las que son encima de la rodilla (390) y debajo de esta articulación (236).

Murillo señaló que una prótesis debajo de la rodilla cuesta entre ¢800 mil y ¢900 mil. Las que son por encima de la rodilla, valen ¢1.300.000 o más.

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