Deportes

Carl Lewis arremete contra Trump: “Es racista y misógino”

(Lima). Los Panamericanos ya no son lo que eran, opinan algunos. Tampoco Carl Lewis es el mismo de 1987, cuando…

Por AFP

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Carl Lewis arremete contra Trump: “Es racista y misógino”
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

(Lima). Los Panamericanos ya no son lo que eran, opinan algunos. Tampoco Carl Lewis es el mismo de 1987, cuando participó en sus últimos juegos continentales.

El apodado El Hijo del Viento luce panza y ya no salta 8.75 metros de largo, como hizo entonces en Indianápolis; ni mucho menos corre los 100 metros en los 9.86 segundos con que registró su primer récord mundial en 1991.

De hecho, como buena vedette, llega con 20 minutos de retraso al acto programado.

Pero Lewis sigue emanando esa aura de superestrella este lunes, cuando aparece por la puerta lateral de la sala de prensa del Centro de Convenciones de Lima, donde se cita con un nutrido grupo de periodistas a pocas horas del inicio de las pruebas de atletismo en el certamen.

El 6 de agosto de 1992, Carl Lewis voló y saltó 8,67 metros para dejarse la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Foto de archivo de AFP.

“Ya no corro”, asegura, enfundado en un polo atlético de la universidad de Houston, la cabeza rapada al cero e impoluta aún la magnética sonrisa que encandilaba tanto a público como patrocinadores a finales del siglo pasado.

Con nueve medallas de oro olímpicas y ocho títulos mundiales, el explusmarquista de los 100 metros y el salto largo demuestra no haber perdido punch desde la marca de salida.

Preguntado de entrada sobre la desigualdad de género en cuanto a compensación económica para las atletas, el que en su época fuera considerado rey de la velocidad tarda bien poco en arremeter contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

“Tenemos un presidente que es racista y misógino, que no fomenta el amor en el mundo porque no quiere a nadie más que a sí mismo”, denuncia Lewis, también reconocido referente en la lucha por los derechos sociales.

“Está claro que apoyo la igualdad de género. Ni deberíamos estar discutiéndolo. Mi madre fue una pionera en atletismo, mis padres fueron docentes y me enseñaron que hay que luchar por los derechos de las personas: que todas tengan las mismas oportunidades. Hay que crear un ambiente de igualdad y amor. Tenemos un gran reto por delante”, asevera el actual entrenador asistente los Cougars, que permanecerá en Lima hasta el domingo, cuando acaben las pruebas de atletismo, y entregará las medallas de los 100 metros y salto de longitud.

Invitado de lujo por parte de los organizadores, la presencia de Lewis compensa solo en parte la ausencia del velocista Justin Gatlin, originalmente llamado a ser uno de los grandes de Lima-2019, pero quien se bajó a última hora del cartel.

Con San Juan en el recuerdo

Le acompaña en esta ocasión Leroy Burrell, con quien libró eléctricos duelos sobre el tartán en los 90. Hoy comparten despacho en la universidad de Houston, donde el primero ejerce de entrenador principal del departamento de atletismo.

“A veces nuestros atletas se olvidan de los Panamericanos porque vienen los Mundiales, pero luego ven lo grandes que son y se sorprenden”, explica Burrell, mientras el propio Lewis destaca que su primer gran reto deportivo fueron los Juegos de Puerto Rico de 1979.

“Cumplí 18 años en San Juan”, recuerda. “Mi madre compitió en los primeros Panamericanos en Argentina y vi cómo le afectó. Fue una gran experiencia. Si no fuera por eso, no hubiera hecho atletismo”.

El estadounidense también participó en la justa de Indianápolis, donde acaparó los focos junto a su compatriota Jackie Joyner-Kersee, campeona del salto largo, y el cubano Javier Sotomayor, quien se impuso en el de altura.

Lewis sumó dos triunfos entonces, en los relevos 4×100 con el equipo estadounidense y el salto largo, aunque no participó de la prueba reina de los 100 metros.

32 años después, en rol de embajador y por primera vez en Lima, El Hijo del Viento vuelve a soplar fuerte en los Panamericanos.