Bomberos atienden más de 100 llamados al año por incidentes con cocodrilos, pese a que no es su deber

Desde el 2015, han sido más de 500 las llamadas recibidas por el Cuerpo de Bomberos de Costa Rica por  incidentes relacionados con cocodrilos o caimanes, pese a que no son el ente encargado del manejo de fauna silvestre.

Es el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), a través del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), el institución responsable de atender este tipo de emergencias, sin embargo, no tienen los recursos suficientes para atender todos los llamados.

La encargada de Vida Silvestre del Sinac, Angie Sánchez, aseguró que la institución atiende los casos que están a su alcance, pero la carencia de funcionarios o recursos, tales como vehículos, limita el margen de acción.

Por su parte, el director de Operaciones de Bomberos, Luis Salas, dijo que el país adolece “de infraestructura para el manejo de animales, tanto domésticos como silvestres”.

Según Sánchez, el Sinac tiene una línea para denuncias ambientales (1192), a la que se puede generar el reporte de reptiles fuera de su hábitat.

Pero la bióloga afirmó que un gran porcentaje de las llamadas no corresponden a situaciones críticas y que es la misma población la que provoca muchos de los incidentes al invadir las áreas donde viven estos animales.

“Lo primero que hay que hacer es definir qué es una emergencia, el hecho de que se vea un cocodrilo en la playa o en el estero no tiene nada de irregular, los Cocodrilos viven en lo ríos y también utilizan el mar para desplazarse”, añadió.

“La gente suele llamar a bomberos, pero realmente deberían llamar a las oficinas más cercanas del Sinac, en caso de que sea una situación realmente de emergencia”, dijo la bióloga.

Invasión del hábitat

De acuerdo con Jhonny García, jefe del Batallón de Bomberos de Guanacaste, gran parte de estos incidentes se da por desinformación de la población y de los turistas que invaden los hábitats de los reptiles.

Con esto estuvo de acuerdo Sánchez, quien enfatizó que muchos llamados se realizan porque la población hace caso omiso de las indicaciones de las autoridades ambientales.

Por esto, convivir de manera armoniosa con los reptiles y alejarse de zonas propensas a su aparición, es el llamado que hacen las autoridades ambientales, acorde con las políticas de conservación del país.

Según datos de la Asociación de Especialistas en Cocodrilos de Costa Rica, a partir del 1995 y hasta el 2014,  se han registrado un total de 32 ataques de estos animales, en los que se contabiliza la muerte de 15 personas.