Paula Ruiz
La creación de un equipo de gobernanza es catalogada por analistas políticos como una señal de querer enderezar la senda de la gobernabilidad, así como las formas del Gobierno, para llegar a la orilla del 1 de mayo próximo.
La fecha – a ocho semanas de distancia – es según el politólogo Pablo Barahona, la presupuestada como el arranque de campaña política de cara a las elecciones presidenciales de febrero del 2022. Pero considera que el acto de emergencia, ante la crisis por la Unidad Presidencial de Análisis de Datos (UPAD), no es suficiente.
Mientras que el Poder Ejecutivo ve el intento como una búsqueda de “áreas de mejora” y “fortalecimiento de gobernanza”. “Supone ver cuáles son procesos que necesitan ser mejorados o fortalecidos en la gestión que lleva a cabo Casa Presidencial”, aseguró la ministra de Comunicación, Nancy Marín.
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Tres personas serán las encargadas de dar consejos al presidente Carlos Alvarado sobre gobernanza, que para Barahona no son los adecuados.
Carlos Carranza, del Programa de Análisis de Coyuntura de la Universidad Nacional (UNA), tuvo una consideración contraria y resaltó el intento de reconfigurar las labores en Zapote. Considera que la formación del equipo es un intento de volver al camino de la gobernabilidad como una medida estratégica.
Los encargados, quienes deberán rendir un informe en dos meses, serán:
- Rodolfo Méndez: actual ministro de Obras Públicas y Transportes, de trinchera socialcristiana
- Silvia Lara: ministra a.i. de la Presidencia, ligada al Partido Liberación Nacional
- Geannina Dinarte, ministra de Trabajo, jerarca de Economía en la administración Solís Rivera y a inicios de esta era jefa de asesores de la fracción legislativa del PAC
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El jerarca mejor calificado por el sector privado, Rodolfo Méndez, ya sabe lo que es dirigir el ministerio de la Presidencia, de 1990 a 1992. (Presidencia)
Barahona cuestionó la designación, al creer que el equipo no solucionará el problema.
“No se trata más de salidas cosméticas. Esto va a venir a sacar de los anaqueles empolvados aquel esfuerzo que hizo con Rodolfo Piza de juntas de notables. Eso van a hacer y no hay tiempo para eso, se le agotó el tiempo para nombrar comisiones y se lo vengo diciendo en solitario. No se va a resolver hasta que no reflote a todo el gabinete”, sentenció Barahona, quien fungiera como embajador de Costa Rica ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) en los primeros dos años de la administración Solís Rivera.
Marín defendió que Méndez Mata tiene la experiencia política y de Presidencia, donde ya fue ministro a inicios de la década de 1990.
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Salidas masivas pero escudo a asesores
La administración Alvarado Quesada ha sufrido múltiples bajas en menos de dos años. (Alonso Solano/El Observador)
La crisis tuvo como su punto máximo, el Decreto Ejecutivo que creó la UPAD, que pretendía tener acceso a información confidencial de la población costarricense para analizar datos y crear política pública.
Por lo que Alvarado admitió fue una “torpeza política”, Víctor Morales renunció al cargo de ministro de la Presidencia este miércoles. Antes lo hicieron Juan Alfaro y Daniel Soto, viceministros de Hacienda y Planificación, respectivamente; así como el asesor Diego Fernández y la jefa de despacho Felly Salas.
Para Carranza, las renuncias no deben verse como sinónimo de inestabilidad “sino de cambio de rumbo”.
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Casa Presidencial decidió mantener a Alejandro Madrigal y Andrés Villalobos como asesores, quienes formaron parte del equipo de la UPAD, procesando datos durante 18 meses.
Barahona cree que las salidas son “de mentirillas”, porque Morales volverá a la Asamblea Legislativa a su curul, mientras los asesores fueron “quemados” como responsabilidad del propio Alvarado en colocarlos en puestos para los que no tenían suficiente experiencia política.
Mientras la salida de exviceministros pasará “sin pena ni gloria” según el analista.
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La ministra Marín comentó como lecciones aprendidas, asuntos de “gobernanza y gestión”, pero matizó que la comunicación – criticada por la oposición – “se hace en equipo”.
Este miércoles, el presidente Alvarado admitió que hay problemas de “confianza” ante el país. Marín señaló que se reiterarán las obras prioritarias del Ejecutivo, en infraestructura, y atención de la crisis fiscal.
“A la gente finalmente lo que le importa es que le resuelvan, que le atiendan en la Caja, que tenga la carretera, que haya más empleo. Eso es lo que incide en la confianza”, afirmó. A pesar de los allanamientos judiciales y el eco fuera de nuestras fronteras por el escándalo UPAD, la ministra defendió que la imagen país es positiva, así como la institucionalidad.
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