Paula Umaña
El pasado viernes 16 de agosto venció la última licencia para la pesca de camarón semi-industrial de arrastre otorgada en el país, lo que generó satisfacción en el sector ambientalista. El permiso dado por el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca), estaba en manos de la empresa Pingüino de Puntarenas Sociedad Anónima.
Desde el 2013, la Sala Constitucional prohibió la entrega de nuevas licencias para este tipo de pesca comercial o la renovación de las existentes. En su histórico fallo 10540-2013, los magistrados señalaron los impactos ambientales, sociales y económicos de la técnica más dañina.
“Esto pone al país en la delantera, se exige un respeto del desarrollo democrático sostenible”, aseguró Randall Arauz, de la Fundación Pretoma. La organización fue uno de los actores del recurso de inconstitucionalidad, que desembocó en la resolución del 2013.
“Ojalá el país sirva de ejemplo para que otros países vayan eliminando esta nefasta práctica”, añadió el biólogo.
Katherine Arroyo, gerenta de Incidencia Política de Fundación MarViva, afirmó que el vencimiento de la licencia materializa el sentir de la Sala Constitucional.
“Esto, en cuanto a la urgencia de establecer criterios en nuestra política pública orientados en función del principio del desarrollo sostenible democrático”, dijo Arroyo.
El sector ambientalista recordó la urgencia de que el Estado plantee alternativas productivas para el sector pesquero que se dedicaba a la pesca de arrastre de camarón, así como a las demás actividades asociadas a esa cadena de valor.
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Sin avances
A partir del fallo del 2013, las autoridades gubernamentales y las universidades debían generar estudios, que sustentaran que el arrastre puede desarrollarse de forma sostenible. Debía medirse que puede disminuirse de forma significativa la pesca incidental de Fauna de Acompañamiento del Camarón (FACA), que es la pesca de otras especies, que no son el objetivo del arrastre.
Además para regular estas licencias, se debía realizar una reforma legal, emanada desde la Asamblea Legislativa. Igualmente la técnica debe respetar el principio de desarrollo sostenible democrático, ante el impacto que el arrastre tiene en más de 15 mil pescadores artesanales.
Sin embargo el país aún no cuenta con reformas en la legislación ni con estudios técnicos suficientes. De hecho una parte de los diputados quieren apurar un proyecto de ley, aunque la academia – Universidad de Costa Rica (UCR) y Universidad Nacional (UNA) – han reiterado su oposición.
El Observador consultó al presidente de Incopesca, Daniel Carrasco, por la situación en la cual queda la pesca de arrastre. Pero la oficina de comunicación indicó que se encontraba de gira en Puntarenas y no hubo respuesta.
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¿Otorgar más licencias?
Mientras ya venció la última licencia, desde la Asamblea Legislativa buscan revivir la técnica de pesca de arrastre, a través del proyecto de ley 21.478.
Si este es aprobado, la categoría A (licencia para pesca de camarón semiindustrial) y B (licencia para embarcaciones pequeña escala) quedarían nuevamente habilitadas.
El diputado de Restauración Nacional Melvin Núñez, impulsa la iniciativa. El evangélico alega que el proyecto permitirá la reactivación económica en las zonas costeras, sobre todo en un área ya deprimida como Puntarenas.
Quienes apoyan el proyecto, basan sus planteamientos en un estudio realizado por Incopesca, que evaluó los porcentajes de exclusión de fauna de acompañamiento (FACA) en la pesquería de camarón pinky y fidel.
Sin embargo sus opositores aseguran que se necesitan más estudios, para afirmar que la técnica puede disminuir su impacto ambiental.
“Ese estudio es insuficiente, no es un estudio que cumple con los mínimos requeridos por la Sala Constitucional”, aseguró MarViva.
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La técnica más dañina
Desde hace más de cinco años, el sector de pesca artesanal, la UNA, la UCR y el Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar-UCR) y más de 15 organizaciones ambientalistas se han opuesto a la pesca de arrastre.
El gobierno de Luis Guillermo Solís, con dos distintos proyectos de ley, intentó revivir la técnica, considerada la pesca de más grave impacto y dilapidadora.
- Un estudio del 2011 de la Unidad de Investigación Pesquera y Acuicultura de la UCR determinó que la pesca de camarón con red de arrastre pone en peligro los hábitat de tiburones y rayas
- El Estudio Mundial sobre las Pesquerías del Camarón de la FAO enumeró múltiples daños al lecho marino, el ecosistema, la economía y la vida social de las costas
- La mayoría de la captura no es camarón, sino otras especies, entre el 70% y el 97%
- Se estima que entre 1950 y el 2014, 500 mil toneladas métricas de esos otros animales han sido devueltas al mar, del cual el 90% son peces pequeños capturados por la pesca artesanal
- Según un estudio socioeconómico del sector de pesca de arrastre semi-industrial de camarón, realizado por la Escuela de Economía de la Universidad Nacional, la pesca de arrastre solo genera 590 empleos directos. De esos un 80% son de mala calidad, porque no alcanzan el salario mínimo
- Las peladoras de camarón ganan en promedio 37 veces menos que los dueños de las licencias
Paula Umaña
Un viaje diario entre palabras, versiones, hechos y verdades. Una periodista en constante aprendizaje, con el sueño de ser bióloga marina y sumergirse en las historias más profundas del gigante acuático.
