Elizabeth Rodríguez
El radar epidemiológico que utiliza la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), llamado Sistema de Vigilancia Sindrómica, permite visualizar con dos semanas de anticipación la presencia de COVID-19 en las comunidades.
La herramienta ha mostrado una orientación acertada con un 82% de probabilidad positiva, 15 días antes de que comiencen a registrarse casos de coronavirus.
“Cada vez que una persona se acerque a cualquier servicio de salud, sea un Ebáis, un servicio de Emergencias o un hospital, a través de la preconsulta se registran sus síntomas en el Expediente Digital Único en Salud (EDUS)”, explicó el epidemiólogo Marvin Cervantes, coordinador del programa.
La información viaja a un servidor que se encuentra en el nivel central y casi en tiempo real, consolida y procesa los datos en las madrugadas. “A las 7:00 a.m. ya tenemos datos con los cuales trabajar y tomar medidas preventivas“, agregó Cervantes.
Cervantes aseguró prestar especial atención a los niveles periféricos y atender el consejo de alcaldes así como de líderes de asociación de desarrollo comunales. “Hasta el que vende el periódico es una figura importante, la gente lo escucha y sigue sus recomendaciones. No enfocarnos solo en las autoridades nacionales”, confesó.
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Posibilidad de brotes COVID-19
Los equipos de vigilancia de la salud establecen un escenario de alerta, con lo cual pueden tomar decisiones antes de que los laboratorios confirmen realmente la presencia de casos positivos. (Elizabeth Rodríguez/El Observador)
La detección temprana de casos COVID-19 en los barrios permiten establecer medidas para proteger a las poblaciones más vulnerables, ya sea por factores de riesgo o situaciones socioeconómicas.
“La población debe ir comprendiendo que cuando se genera una alerta temprana debo asegurar que, durante esas dos semanas, las personas más vulnerables no se muevan de sus casas, en la medida de lo posible”, detalló el epidemiólogo.
Así mismo funciona para hacer énfasis en la población joven que son “los que se están moviendo más y rompiendo ciertos protocolos indicados por las autoridades”, añadió.
Cabe resaltar que si una persona vive en Los Chiles, por ejemplo, y por asuntos de trabajo consultó en un centro médico de otro cantón, la alerta se genera automáticamente donde reside.
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Un paso adelante
Parte de las pruebas masivas que se llevaron a cabo en el cantón de Alajuelita. (CCSS)
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) toma los insumos del Sistema de Vigilancia Sindrómica y visualiza dónde se generan las alertas tempranas, las cuales se expresan en tres dimensiones:
- Alerta C1 que expresa la probabilidad de estar a las puertas de un brote en un 60%
- Alerta C2 que indica la probabilidad de un 70%
- Alerta C3 con una probabilidad de un 82% de estar ante el riesgo de un brote
Esta herramienta se utilizaba desde el 2010 en el cantón de Esparza, donde los funcionarios de la CCSS se movían al campo ya que no se contaba con el EDUS.
Así se lograban captar enfermedades como el dengue o la influenza en esos sectores. Desde que se desarrolló el EDUS a nivel nacional, en 2018, al año siguiente se comenzó a capacitar personal y a mejorar el Sistema.
El coronavirus hizo que el Sistema de Vigilancia Sindrómica de la CCSS se pusiera en práctica a nivel nacional.
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Elizabeth Rodríguez
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