Christine Jenkins Tanzi
La Municipalidad de Garabito está instalando postes distanciados por alrededor de 20 metros para que los turistas visiten la playa de Jacó sin exponerse al contagio de COVID-19.
El lunes iniciaron la pruebas con los primeros 25 postes instalados de bambú del total de 200 que se quieren instalar a través de los cinco kilómetros de playa en Jacó. El cantón se está preparando para una mayor visitación después de que el nivel de alerta se bajara de naranja a amarillo, con lo cual los restaurantes y comercios podrán atender clientes a partir del lunes.
Diferentes autoridades estarían vigilando que se cumpla el distanciamiento entre grupos, incluyendo la Policía Municipal, los guardavidas y voluntarios como guías y scouts, explicó Johan Ramírez Suárez, Gestor de Calidad y Mejora Continua en la Municipalidad de Garabito.
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La Cruz Roja también apoyará la iniciativa de distanciamiento mientras que la Cámara de Turismo y Comercio “está totalmente apuntada con el proyecto”, agregó. “Queremos incluir a Fuerza Pública pero no ha sido muy fácil pero esperamos que se involucren”, agregó.
La municipalidad implementará una serie de cambios para evitar contagios, a partir de lo cual espera que se recompensen con más horas de apertura de las playas.
Esto incluye una modificación presupuestaria para construir 15 lavamanos en las playas de Jacó y Herradura, además de 9 duchas públicas, que esperan empezar a construir a finales de esta semana o a inicios de la siguiente.
Este lunes, se espera la aprobación del Concejo Municipal de otra modificación presupuestaria para la construcción de 25 lavamanos públicos en los centros urbanos, con 11 en Jacó a través de la avenida principal, explicó Ramírez.
Los marcadores distanciados por 20 a 25 metros serán de bambú para mantener “una armonía con el paisaje y lo ecológico”, explicó Johan Ramírez, gestor de Calidad y Mejora Continua en la Municipalidad de Garabito. En las zonas con patentados de sombrillas no se instalarán ya que las guías serán las mismas sombrillas. (Foto: Municipalidad de Garabito)
Jaque mate
El alcalde de Garabito, Tobías Murillo, calificó su oposición a la alerta naranja en su cantón como un ‘jaque mate’ que tuvo resultados con el anuncio este viernes de que se eliminaría.
“Esta noticia nos da mucha alegría y una mayor responsabilidad en mejorar las condiciones de prevención del COVID-19. En este momento tenemos que ser más disciplinados en la adopción de los protocolos recomendados por el Ministerio de Salud y en la medida de lo posible superar el estándar”, comentó Murillo,
“Como Alcalde ha girado las instrucciones para que preparemos nuestras playas, atractivos turísticos, locales comerciales y centros urbanos con las mejores medidas posibles, para que la población local aplique las medidas de higiene”, agregó en un comunicado.
Las playas pueden abrir de 5 am a las 9:30 am con medidas de distanciamiento de 1.8 metros respetando las burbujas sociales, tanto en zonas amarillas como naranja (el acceso incluye las actividades deportivas sin contacto). Sin embargo, los restaurantes y comercios con atención al público no esenciales no pueden recibir clientes bajo la alerta naranja.
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El Gobierno había incluido al cantón en alerta naranja el 10 de julio, cuando contaba con cuatro casos activos, y lo mantuvo en el anuncio de este viernes 17 de julio, cuando quedaban dos personas activas.
Murillo dijo que la primera vez «se quedaron callados» y respetaron la alerta, aunque implicaba el cierre de negocios en una zona que depende del turismo, pero le sorprendió que la zona volviera a ser incluida el viernes en la conferencia de prensa.
Pocas horas después ese mismo viernes, dijo que no estaba dispuesto a seguir así: «Fuimos el primer cantón en cerrar las playas, pero también vamos a ser el primer cantón que nos vamos a sublevar por la injusticia, por la persecución y por la poca sinceridad de este Gobierno hacia nuestra zona. A partir de la próxima semana vamos a tomar medidas que van a tener repercusión a nivel nacional».
A última hora y por medio de un breve mensaje el viernes, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) informó que eliminó la alerta naranja de Garabito en El Guarco (Cartago) y alegó que se trataba de un error.
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“Hay hambre”
El impacto de las restricciones para los negocios así como el cierre de fronteras para turistas extranjeros han vuelto a Jacó un ‘pueblo fantasma’, lleno de locales con rótulos de se alquila y hoteles que se venden a mitad de precio, según el alcalde.
Através del CNE, el gobierno local y algunos empresarios y grupos organizados se ha tratado de ayudar con la alimentación de la población vulnerable, pero aún así hay muchas familias que enfrentan dificultades, agregó.
«Hay hambre y necesidad, hay gente que tiene que abandonar las cabinas o casas porque no tienen como pagar el alquilar, y están sin luz ni agua porque no ha podido hacerle frente a las deudas que tienen», dijo el alcalde.
«Fuimos los primeros en cerrar las playas, tenemos el mejor protocolo, pero no puede ser que el Gobierno no tengan una verdadera dimensión del daño que le puede causar al país con la improvisación», finalizó.
Christine Jenkins Tanzi
