Paula Umaña
Desde el 2007 hasta la fecha, el país ha visto morir a 350 mujeres debido a la violencia machista perpetrada, en la mayoría de casos, por las mismas parejas o exparejas.
De acuerdo con el Observatorio de Género del Poder Judicial, un femicidio se define como las más graves de las violencias de género: cuando una mujer es asesinada por su condición de mujer.
Estos actos se dan usualmente por parte de sus propias parejas actuales o pasadas. O de otro hombre que no tenía relación alguna con la víctima en el caso, por ejemplo, de un atacante sexual.
“No es un homicidio común, sino producto normalmente de una violencia escalonada y una relación desigual entre la mujer y el hombre femicida”, explica el Observatorio.
El 2009 y el 2011 fueron los años más oscuros para las mujeres en la últimas década. Únicamente en esos dos años las mujeres asesinadas fueron 83. Ochenta y tres mujeres, de todas las edades y niveles socioeconómicos asesinadas por su parejas, cónyuges, novios o un atacante sexual.
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“Nos falta demasiado. No basta con la legislación, o con aprobar leyes. Lamentablemente todas las formas de violencia contra las mujeres está arraigadas a un patrón cultural, en la forma en que hemos aprendido a que es la forma ‘normal de relacionarnos'”, explicó Xinia Fernández, de la Secretaría Técnica de Género del Poder Judicial.
“En ese modelo de socialización se le ha dado a los varones un poder sobre las mujeres. En esa desigualdad de poderes, las mujeres llevamos las de perder”, dijo Fernández.
La violencia manifestada contra las mujeres se refleja en las estadísticas: en el país se solicitan en promedio 132 solicitudes de medidas de protección por violencia por día, según el Poder Judicial.
Al 25 de noviembre, el 2019 se proyecta a ser el año con menos femicidios desde hace una década. Aunque han disminuido, nos faltan 11 personas: una mujer asesinada por mes, en promedio. Esto en un mundo por el que se lucha para que el número sea cero.
“El femicidio es el punto final de una historia de violencia en la vida de muchas mujeres”, mencionó Fernández.
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Once mujeres menos
Eva Morera se convirtió, posiblemente, en el nombre más escuchado y gritado – con rabia y dolor – por una parte de la sociedad costarricense en las últimas semanas. Es el último femicidio reportado hasta al 25 de noviembre. El asesinato se realizó en condiciones, que como todos, conmovieron a los ticos.
Junto al nombre de Eva, de 19 años, descansan 10 más: Kaithyn (3 años), Brithany (17), Odalia (23), Seidy (24), Maribel (25), Gladys (28), Heisel (30), Yesika (39), Marianela (44) y Mirlene (54). Todas las víctimas de femicidios este año.
Las edades y sus lugares de procedencia lo denotan: la violencia machista contra las mujeres no discrimina. Afecta a todas las mujeres: madres, hijas, hermanas, mayores, menores, ticas o extranjeras…
(Alonso Solano/El Observador)
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Otro de los múltiples rostros de los femicidios es a quienes estas mujeres asesinadas dejan atrás: sus hijos e hijas. En total este año, 18 personas quedaron huérfanas de madre por los actos de violencia. Tienen entre dos meses y 34 años de edad. De las 11 mujeres víctimas de femicidio, ocho eran madres.
Los crímenes contra estas mujeres han estremecido la opinión pública. Y movilizan a sectores en algunas áreas del país a salir a las calles a exigir justicia. Hoy se vuelve a marchar.
La ministra de la Condición de Mujer, Patricia Mora, explicó que un femicidio es la manifestación más brutal de la violencia de género.
“Antes de que este se cometa, ha habido siempre una vida de violencia hacia ella. Una espiral que es la que debemos de detener y se debe acudir a la denuncia desde las primeras manifestaciones”, dijo Mora.
“Una sociedad que se quiere y se respeta, no puede ser una sociedad que discrimine y violente a las mujeres”, enfatizó la ministra.
Por su parte, la coordinadora del Observatorio de Género, Dixie Mendoza, se refirió a estigmatización de las víctimas de femicidios como las culpables del acto; sobre todo en redes sociales.
“La única persona responsable es la persona que cometió el femicidio, que decide considerar a la mujer como un objeto, eso no hay que perderlo de vista nunca”, subrayó Mendoza.
Femicidas cercanos
“El machismo mata” es una de las consignas más utilizadas a nivel mundial para generar conciencia acerca de la violencia contra las mujeres. (El Observador)
Los perfiles de los asesinos de las 350 mujeres que Costa Rica contabiliza bajo una lamentable lista de femicidios son diversos.
En el caso de los asesinatos definidos bajo el artículo 21 de la Ley de Penalización de Violencia contra las Mujeres y reportados entre el 2007 y el 2017, el 21% fueron perpetrados por sus esposos, y el restante 79% por sus convivientes.
En cuanto a los femicidios ampliados (definición incluida dentro de la convención Belem Do Para):
- 26% fueron perpetrados por atacantes sexuales
- el 19% por ex convivientes
- y el 7 % por sus propios padres
- en el porcentaje restante se incluyen amantes, ex esposos y otros.
Según la Ley de Penalización de Violencia contra las Mujeres, se sanciona con pena de 20 a 35 prisión a quien dé muerte a una mujer con la que mantenga una relación de matrimonio o unión de hecho, declarada o no.
En cuanto al femicidio ampliado, se sancionan las muertes violentas de mujeres, por género, en donde no había una relación de matrimonio o unión libre. Es decir, las muertes durante el noviazgo, después de un divorcio, luego del cese de una unión de hecho y las que ocurren en ámbito público, a raíz de un ataque sexual.
Del 2009 al 2018, menos de 10 años, 222 hombres fueron sentenciados por tentativa de femicidio. De estos, 108 fueron condenados con penas de cárcel.
En ese mismo periodo (en el que murieron 285 mujeres) únicamente 75 hombres fueron condenados por el delito de femicidio. Aunque no se cuenta con los datos, otra gran cantidad terminan con su vida luego de cometer el femicidio.
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Manifestaciones de violencia
Tal y como explicó Mora, antes de un femicidio las mujeres experimentan diversas manifestaciones de violencia tanto física como psicológica.
“No esperemos al primer golpe, no esperemos al primer grito, no esperemos a la primera humillación. No sigamos, además, como ciudadanía siendo indiferentes, no podemos aceptar que se naturalice la violencia hacia las mujeres”, dijo la Ministra.
Según datos del Instituto Costarricense de Estadística y Censos (INEC), el 56% de las mujeres ha sido víctima de situaciones de violencia.
Al más de la mitad le han gritado, humillado, insultado o descalificado. Casi la cuarta parte ha sido golpeada, herida, halada del pelo, empujada o pateada; y un 16% ha sido acosada u obligada a hacer actos de naturaleza sexual.
Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Fernández explicó que muchas veces las personas víctimas no son conscientes de que se encuentran en un ciclo de violencia, por lo que el apoyo de familiares y personas cercanas es de importancia.
“Mientras un mundo distinto no se construya, dónde nos veamos a las personas como sujetas de derechos y que tenemos que respetar la vida de todos y todas, la violencia contra las mujeres no se va a erradicar”, dijo la funcionaria del Poder Judicial.
El machismo mata. Hoy, 25 de noviembre, se vive el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. El Observador se une a un llamado a la conciencia para detener la violencia de género, esa que sufre muchas veces en soledad, la mitad de la población costarricense y del mundo.
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Paula Umaña
Un viaje diario entre palabras, versiones, hechos y verdades. Una periodista en constante aprendizaje, con el sueño de ser bióloga marina y sumergirse en las historias más profundas del gigante acuático.
